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20 de junio de 2022 17:37

Papitos que son todo un ejemplo

Francisco Mora posa junto a sus dos pequeñas nietas, quienes indica son su razón de vivir. Foto: cortesía

Francisco Mora posa junto a sus dos pequeñas nietas, quienes indica son su razón de vivir. Foto: cortesía

CAROLINA VASCO

Con responsabilidad, sacrificio pero ganas de salir y sobre todo entrega, muchos padres de la ‘Carita de Dios’ demuestran el amor por sus hijos. Y para muestra un botón.

Andrés Peñaranda se convirtió en papá a los 17 años. Ahora tiene 26 años y su hijo Gustavo cumplió 9 años. Afirma que es un reto haberse convertido en padre tan joven, más aún porque desde hace 3 años él cuida de su hijo y está a su cargo por completo.

Comenta que cada día se levanta a las 06:30 para dar clases de boxeo, mientras su hijo se queda dormido. Luego regresa a desayunar con su pequeño quien está en clases desde las 08:00 hasta las 12:00, a través de la modalidad virtual. Pero él lo acompaña.

Y no es que se queda sentado. En ese tiempo, Andrés limpia la casa, los cuartos y la cocina. “Tengo responsabilidades, además debo dedicar tiempo a la crianza de mi hijo, por eso trato de mantener mi mente casi siempre estable”.

Como tiene que solventar por cuenta propia los gastos de su guagua, desde la noche hasta la madrugada trabaja como personal de servicio en una cervecería, donde muestra sus habilidades como ‘bartender’.

En ese lapso de tiempo, mientras él no está en casa, su pequeño hijo se queda bajo el cuidado de su padre, es decir de su abuelo.

Andrés Peñaranda está a cargo del cuidado su hijo desde hace tres años. Foto: cortesía

Andrés Peñaranda está a cargo del cuidado su hijo desde hace tres años. Foto: cortesía

Y si de perseverancia se trata, Alexis Navarrete es otro padre emprendedor que también lucha a su manera por su hijo de 4 años, Nicolás. Junto a su esposa creó el emprendimiento Taitaleta cakes, enfocado en postres y pasteles.

Para ambos, dicen, fue un golpe duro afrontar la pandemia cuando surgió la idea de crear este negocio. Cuenta que en los primeros meses, Nicolás quería que sus padres jueguen con él, aunque también tenían que dedicarse a los pasteles.

Así decidieron que el peque también participe al momento de elaborar los postres. Ahora ya va a clases presenciales, almuerza y cuando termina las tareas también se involucra como ayudante de pastelería. 

“Nos ayuda a mezclar las mermeladas, o nos pasa los ingredientes”, dice este padre de familia, quien espera que su hijo continúe con ese afán para sus futuros negocios, y por qué no, también de repostería.

Si el amor por los hijos es grande, no se diga por los nietos. Es difícil definirlo con palabras, comenta Francisco Mora de 54 años. Él fue papá a los 22 años y ahora tiene dos hijos Carla de 30 y Francisco de 26. Su hija ya está casada y tiene dos pequeñas niñas.

“Mis nietas María Paz y Emma Luciana son mi vida”, repite. Y cuenta feliz que ventajosamente vive a cinco minutos de ellas.

Francisco explica que todos los días su esposa cuida de las pequeñas en la casa de su hija, mientras él se dirige a su despacho, ya que es abogado. Y en las tardes, con el fin de recoger a su esposa, comparte tiempo con las niñas, todos los días. Al salir de su oficina, le llama a su pequeña nieta María Paz y le pregunta qué quiere que le lleve, tal vez un dulce, una hamburguesa o frutas.

Siempre está pendiente de sus nietas y dice que son su complemento. Además, los viernes su pequeña nieta María Paz se va de pijamada a la casa de sus abuelos. “Recibir el abrazo de mis niñas es lo mejor”, dice el orgulloso abuelo.
Comenta que con su hijo Francisco también tiene una relación estrecha porque también es abogado y trabaja en su despacho.