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20 de septiembre de 2019 08:51

Festival de excusas de conductores para evitar multas en Quito

Agentes metropolitanos tienen a cargo el control de las normas de tránsito. Foto: Julio Estrella / ÚN

Agentes metropolitanos tienen a cargo el control de las normas de tránsito. Foto: Julio Estrella / ÚN

Evelyn Jácome
(I)

¿Será de morirse de las iras o de la risa? Las excusas de los conductores que infringen las normas de tránsito son de lo más cómicas, según cuentan los agentes que les toca escucharlas cada día.

Una de las más locas, contó un agente civil de tránsito, fue la del señor que trató de convencerlo de que no era martes sino miércoles y que, por tanto, según su placa, no tenía restricción para circular. ¡Qué tal!

Los agentes contaron sus experiencias ayer, 19 de septiembre del 2019, en el Cuartel de El Pintado (sur de Quito). Ahí tuvo lugar la ceremonia de conmemoración del aniversario de la primera promoción de Agentes Civiles de Tránsito.

La agente María José Santiana, en la AMT desde hace ocho años, dice que son muy pocas las personas que admiten que cometieron un error, ofrecen disculpas y reciben sin renegar la boleta. El resto puede escribir una novela con la imaginación que les aflora para evitar las multas de tránsito.

Cuando no tienen papeles, son comunes estas excusas: “Mi hijo me ha sacado de la billetera”, “Si quiere vamos a la casa y le muestro”, “Mi esposo se llevó la matrícula”, “Le encargué mi cartera a mi novia”.

Si se pasan un rojo o los pescan infringiendo el Hoy no circula, cuenta Santiana, “siempre dicen que están en una emergencia. A mí me han dicho que la esposa está embarazada y que sintió dolores y la está llevando al hospital, y la esposa, que va sentada al lado, no tiene ni panza”.

Otra de las explicaciones de los conductores, en especial cuando van niños en el asiento trasero, es que su hijo está enfermo y está llevándolo al doctor. “Entonces yo suelo acercarme al niño y le pregunto dónde le duele y me suelen decir que en ningún lado. Algunos incluso me han dicho que su papi les pidió decir
que le duele la cabeza”, cuenta Santiana.

Un premio Oscar habría de darles cuando intentan explicar la adulteración de las placas para evitar el Hoy no circula. Por ejemplo, al número 1, lo vuelven 4, con la ayuda de un esmalte. O utilizan taipe o tinta correctora. Y cuando el agente les dice que la placa está adulterada responden: “¿En serio? Yo no he sido”, “Ni cuenta me he dado. Así le compré al carro”, “El anterior dueño ha de haber sido”, “Algún amigo me jugó una broma”. Algunos, incluso, dicen que son travesuras de sus hijos.

Santiana indica que es común que ocurra y que para un agente es fácil identificar cuando un número está adulterado porque nunca queda en la misma línea, o tiene otro tono de pintura.

La infracción más frecuente que cometen los conductores es transitar sin cinturón de seguridad. Ahí también llueven las excusas: “Ahorita me saqué para entregarle los documentos que me está pidiendo”, “Mi hijo pequeño me sacó jugando”, “Se me soltó”.