placeholder
Las Últimas
29 de enero de 2020 14:15

La artista que rescata el paisaje de Quito

Nathaly Herrera no suelta su pincel, pues ama pintar los recodos de su Quito. Fotos: Betty Beltrán / ÚN

Nathaly Herrera no suelta su pincel, pues ama pintar los recodos de su Quito. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán
(I)

Es arquitecta, paisajista, urbanista, artista plástica y una enamorada de Quito. Nació en 1989; en su cédula dice que es de Chimbacalle, pero se considera una quiteña que ama a su ciudad en su totalidad. Así es Nathaly Herrera.

Siempre con una sonrisa y un trato delicado se gana a la gente. A lo largo de su carrera ha intervenido en algunos barrios: Mena Dos, La Roldós, Toctiuco, Ferroviaria…, y ha pintado en San Marcos; en este último barrio encontró un lugar para dar rienda suelta a su vena artística: el Museo Muñoz Marino.

Pinta desde los 3 o 4 años. Su padrino tiene la culpa, pues le vio las manos y dijo “la Naty tiene manos de pianista o pintora”.

Sus padres le apoyaron en la pintura, igual sus dos hermanos. En la Casa de la Cultura, por dos años, aprendió las técnicas del oficio, el resto fue por intuición y aprendizaje propio.

Hizo la escuela en la Consejo Provincial y el Colegio en el 24 de Mayo. Después, en la U. Central se decantó por la Arquitectura. Nada fue gratuito, pues siempre tuvo la intención de construir, trabajar, diseñar, planificar… Esa sensibilidad artística le permitió hacer proyectos de calado.

Trabajó en la acuarela y en varias técnicas, incluso en el muralismo; esa faceta le apasiona tanto que hasta los trabajos de la U presentaba en acuarela, dejando de lado la tecnología.

Tiene esa sensibilidad, incluso para hacer murales con los barrios.

Tiene esa sensibilidad, incluso para hacer murales con los barrios.

Siempre fue emprendedora, por ejemplo de sus padres; tanto así que, aún guambra, llegó a vender palomitas en los buses, eso le permitió afilar el arte de hablar en público y ahorrar dinero para sus pinturas.

Mientras era universitaria, fortaleció el proyecto de salir a pintar en las calles y, junto a Jery Reinoso, formó Plazuela Quito Arte. Incluso dictaba talleres.

Desde su profesión, arquitecta y planificadora, está trabajando en un proyecto de red urbana de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ) y que son en las áreas de concesión de la firma. Aparte fundó Proyecto Wasi, para recuperar la Ruta de Humboldt y empoderar a la comunidad.

La perseverancia, una cualidad heredada de sus padres, le ha permitido seguir adelante con sus emprendimientos a los cuales mira como si fueran niños, a los que hay que cuidar y mimar. Y tenerles paciencia y ser humilde, como le dijeron sus abuelitos.

Naty no descansa, por un lado están sus proyectos y por el otro, perfeccionándose. Este momento cursa un postgrado en Planificación Urbana Sostenible, para con ello hacer aportes más grandes a su ciudad.

En sus horas libres está en La Chorrera, en Toctiuco; o sale a avistar a las bellas aves de su querido Quito.