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Futbolero
21 de noviembre de 2016 12:26

Pan ambateño agrio para 'Papá'

‘Papá’ perdió una batalla clave para creer en el milagro de la salvación. Foto: Archivo / ÚN

‘Papá’ perdió una batalla clave para creer en el milagro de la salvación. Foto: Archivo / ÚN

Redacción Deportes

Es difícil saber cuántos hinchas de Aucas viajaron ayer, domingo 20 de noviembre del 2016 al Bellavista de Ambato.

Fácil fueron más de unos 1500 los que se desplazaron. Lo hicieron con la misma fe de los fieles que caminaron en la romería de la Virgen del Quinche. Pero los auquistas pasaron un calvario y ante el Mushuc Runa fue una estación muy dolorosa. Triste.

‘Papá’ perdió una batalla clave para creer en el milagro de la salvación. Llegó con la intensión de ser el sepulturero de los ambateños, pero salió mal parado con la derrota. Volvió al hueco del último lugar en la tabla.

El estratega colombiano Armando Osma admitió todo el dolor que provocó la presentación del equipo. Reconoció que duele más por la hinchada que fue al Bellavista.

Para muchos auquistas el plan dominguero en familia se arruinó. Fueron con la ilusión de ganar y acercarse al Delfín. Los manabitas perdieron en Sangolquí con el Independiente y eso era un tanque de oxígeno para los orientales.

Nada sirvió de motivación para un equipo que ayer no tuvo argumentos en la cancha.

¿Qué pasó en lo futbolístico? Otra vez fue ese equipo sin ideas. Aucas tuvo un primer tiempo que servía para que sus hinchas soñaran en los milagros. Pero en la etapa complementaria, Aucas fue un equipo sin espíritu de querer salvarse de la catástrofe de descender.

Gustavo Nazareno, con un golpe de cabeza, y Carlos Quintero, de penal, sentenciaron la suerte de ‘Papá’ en el Bellavista.

Sin embargo, el calvario todavía no ha terminado. No todo está perdido para Aucas. Aún le quedan los partidos ante El Nacional, el próximo domingo, y ante el Deportivo Cuenca, en la antesala de las fiestas de Quito.

Esos cotejos serán claves. Se necesitará un milagro con dos partes: que Aucas gane sus juegos y que Delfín se caiga en los últimos partidos. ¡‘Papá’ todavía respira!