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6 de abril de 2020 13:07

Los velatorios se hacen con pocas personas

Las salas de velación se desinfectan.

Las salas de velación se desinfectan. Foto: Diego Pallero / ÚN

Ana María Carvajal

El Municipio de Quito ha coordinado con las empresas propietarias de nueve crematorios, para atender posibles casos de muertes por covid-19.

En principio, el Gobierno había dispuesto incineración obligatoria en este tipo de muertes. Sin embargo, Pablo Cevallos, presidente de Memorial International, explica que ahora ya se puede también sepultar los restos de quienes pierden la vida por esta causa.

En el caso de esta funeraria, los servicios se harán sin costo para los casos de fallecidos por este mal.

Con el toque de queda y las restricciones de movilidad, los servicios fúnebres también han cambiado. Se hacen por tiempo limitado y solo con el círculo familiar más cercano. Los velatorios son por hasta tres horas, con máximo 20 personas, en una sala grande y con todos los protocolos de distanciamiento y asepsia.

No hay servicios religiosos ni música. Sin embargo, funerarias como Memorial, La Paz y Los Lirios se han comprometido a realizar la actividad que los familiares soliciten cuando pase la emergencia sanitaria.

Cevallos explica qué pasos dar si el fallecimiento (no solo por covid-19) ocurre en casa, en un hospital, o por muerte violenta.

Cuando ocurre en casa, por cualquier motivo, se requiere que el médico tratante firme un certificado de defunción. Las funerarias deben encargarse de los trámites y el traslado del cuerpo. Además, se recomienda reportar al 911.

No importa si el deceso ocurre durante el toque de queda, porque las funerarias pueden salir a cualquier hora. Las carrozas fúnebres tienen su salvoconducto porque pertenecen a la rama de la salud.

Si ocurre en un hospital o clínica, el certificado lo firma un médico tratante o de turno y el proceso es igual.

Si se trata de una muerte violenta, la unidad de Criminalística de la Policía debe emitir un documento para que se pueda proceder a la inhumación.

En todos estos casos, una vez obtenido el documento se registra el deceso en el Registro Civil (por favor, ver nota inferior) y se siguen protocolos sanitarios ya establecidos previamente, para dar el tratamiento adecuado al cuerpo y protección a quienes se encargan de hacerlo.

Cuando se trata de covid-19, las protecciones se extreman. Cevallos explica que todo el personal que participa debe estar protegido con todos los insumos para evitar contagio. Usan batas, mascarillas, gafas y equipos especiales “exactamente como se debe tratar en un hospital”.

El cuerpo debe ser colocado en una bolsa plástica sanitaria hermética. Cuando se sella, explica Cevallos, se evita cualquier posibilidad de contagio.