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1 de octubre de 2020 12:08

Apuñalado al robarle la bici

Imagen referencial de un ciclista por la vía. Foto: Archivo / ÚN

Imagen referencial de un ciclista por la vía. Foto: Archivo / ÚN

Redacción Últimas Noticias (I)

Cristopher (nombre protegido) es un deportista de 20 años que sufrió un asalto a las 05:15 del martes 29 de septiembre del 2020 en el kilómetro 8 de la Ruta Viva, que conecta a Quito con Cumbayá, Tumbaco y Puembo.

El hecho ocurrió mientras el joven cicleaba con dirección a Papallacta. En el trayecto fue abordado por un grupo de personas que se movilizaban en una camioneta. A continuación su testimonio:

“Yo siempre utilizo bicicleta para movilizarme a todas partes, incluso para trabajar en mi emprendimiento. No me movilizo en carro por respeto al medioambiente y también por hacer deporte...

“A las 04:00, yo salí de mi casa en bicicleta con dirección a Papallacta, en la provincia del Napo. Mi intención era quedarme allá en un hostal y visitar el parque Cayambe - Coca. Quería bañarme en una cascada y relajarme, alejarme del tráfico de la ciudad.

“Un amigo me iba a acompañar, pero al final no pudo hacerlo y decidí viajar solo. Llevaba mi celular y mi bicicleta. A las 05:00 llegué a la Ruta Viva y avanzaba con normalidad...

“A la altura del kilómetro 8, observé una camioneta blanca y un hombre se bajó de ese vehículo...

“Parecía que él iba a orinar y no le di importancia. Cuando pasé junto a ese carro no hubo problemas y avancé. Un minuto después sentí que la camioneta se me pegó. Frené y sentí un fuerte golpe por la espalda que me tumbó al piso...

“Luego se me acercaron cuatro hombres que empezaron a quitarme mis pertenencias. Me resistí a que me arrancharan el teléfono celular y me apuñalaron en la pierna. Ellos gritaban ‘¡cállate!, ¡cállate!’. No les alcancé a ver la cara porque me atacaron en segundos. Vi que subieron la bicicleta al balde y huyeron.

“Por la adrenalina de ese momento no sentí mucho dolor cuando me agredieron con arma blanca. Luego regresé a ver mi pierna y observé que sangraba abundantemente. Comencé a caminar para pedir ayuda y los conductores de los vehículos no paraban para auxiliarme...

“Les gritaba ¡ayuda! Les hacía señas, pero se iban de largo sin tomarme en cuenta. Cojeaba mucho y así avancé hasta la garita de un conjunto residencial. Pedí ayuda al guardia. Sentía preocupación porque perdía mucha sangre...

“El celador llamó a una ambulancia y los paramédicos me dijeron que era una herida superficial. Por suerte, la masa muscular de mi pierna me protegió y el cuchillo no se hundió mucho. Si lo clavaban unos centímetros a la izquierda del sitio en donde me hirieron, podían destruir una arteria y posiblemente moría desangrado antes de que llegue la ambulancia...

“Me suturaron tres puntos y me dieron de alta. En mis 20 años, es la primera vez que me roban. Por eso iba con demasiada confianza. Los policías me dijeron que ellos se iban a encargar de la denuncia. Sin embargo, tengo muy poca fe de recuperar mi bicicleta y teléfono celular. Lo clave es que la gente tenga cuidado y no salga sin compañía a hacer deporte u otras actividades porque hay mucha delincuencia”.