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2 de septiembre de 2020 12:20

Regresaron la minga y la siembra

La gente ya se alista para, a inicios de septiembre, sembrar la tierra. El agua llega por una manguera. Fotos: Cortesía  de la Asociación huertos de vida

La gente ya se alista para, a inicios de septiembre, sembrar la tierra. El agua llega por una manguera. Fotos: Cortesía de la Asociación huertos de vida

Betty Beltrán. (I)

Después de cinco meses de encierro por el covid-19, los 99 vecinos de la Asociación Huertos de Vida del barrio Reino de Quito, ubicado en el suroccidente de Quito, volvieron a sus cultivos. Y lo primero que hicieron fue recorrer la tierra en la cual siembran desde hace 14 años.

A partir del 2006, los agricultores recuperaron un área verde que estaba siendo usada como botadero de escombros y la hicieron huerto. Ahí siembran en forma orgánica lechuga, maíz, papas, tomate, habas, fréjol... de todo.

En los días más estrictos de confinamiento, los huerteros pasaban metidos en sus casas y, de vez en cuando, se daban un saltito para cosechar y corrían de nuevo a su morada. Y esos alimentos les han servido para mantener a sus familias durante esta dura época, cuenta Lenín Carrasco, presidente del sector.

Hace dos semanas decidieron alistarse, con los cuidados respectivos, para preparar la tierra y sembrar para el nuevo ciclo que comienza en estos días de septiembre. Antes, debían solucionar la falta de agua.

Saldaron ese lío con una minga. Los vecinos, en grupos de 10, subieron hasta El Cinto para traer el agua de una de las vertientes. Lo hicieron con la ayuda de
1 200 metros de manguera (solo el material tuvo un costo de USD 300).

Al final de la quebrada Chaguarpata recolectaron el líquido a través de una captación de agua. Y por si acaso, deja claro Carrasco, “sin dañar ni destruir nada”, porque de paso son guardaparques voluntarios y es su misión evitar el destrozo del parque Chilibulo.

La gente ya se alista para, a inicios de septiembre, sembrar la tierra. El agua llega por una manguera. Fotos: Cortesía  de la Asociación huertos de vida

Trabajaron cuatro días, de 06:00 a 15:00; fueron turnándose y extendiendo la manguera para enterrarla y no sea visible. En otra zona la pusieron dentro de los carrizales, para no destruir el hábitat de animales como la pava de monte, el gallo
de montaña, perdices, conejos y zorros.

Al cuarto día llegaron a la entrada de la Asociación Huertos de Vida, donde hay un tanque de captación de 3 000 metros cúbicos. Carrasco dice que dará el líquido por turnos, a grupos de 10 personas y a cada uno por dos horas.

Y como de ahora en más estarán bien abastecidos del líquido, sembrarán hartos alimentos porque en septiembre los soles son menos fuertes y con el ‘cordonazo de San Francisco’ las plantas crecerán lindas, dice Luis Secaira, de 76 años, del huerto Don Luis.

El ‘cordonazo’ es aquel fuerte aguacero que, se supone, da inicio a la temporada de lluvias. Suele ser esperado para octubre, para el 4, específicamente, el día en que se celebra a San Francisco de Asís. Aunque con el cambio climático que se vive, los vecinos saben que ya no hay fecha segura.

Cada parcela tiene nombre. En el huerto Las Flores se siembran plantas medicinales (ortiga, manzanilla, cedrón, hierbaluisa…), en Don Santito plantan maíz y papas. En el huerto Doña Rosa cultiva, sobre todo, hortalizas