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5 de diciembre de 2018 09:48

La vieja gasolinera marchó de la Ciudadela México

Con maquinaria pesada se retiró los restos de la bomba de gasolina. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Con maquinaria pesada se retiró los restos de la bomba de gasolina. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Los vestigios de la vieja bomba de gasolina de la Ciudadela México, ubicada a lo largo de la av. Napo (sur de Quito), fueron retirados ayer, 4 de diciembre del 2018. Un maquinista de una retroexcavadora se encargó de aquello.

Esa obra fue largamente solicitada por los vecinos de este sector que, desde hace muchos años, tuvieron que aguantarse la presencia de esa estructura. Pero al fin llegó el día de dejar completamente libre ese espacio, que está pegado al parque del barrio.

Durante toda la mañana del martes, se logró retirar los escombros paralelos para poder sacar los tanques de reserva de gasolina. Durante esa labor, un grupo de recicladores se apostaba por el sitio.

La intención de los tres hombres y una mujer fue solicitar que les permitieran llevarse la chatarra. Pero el pedido fue negado porque antes, la tubería debía ser inspeccionada por la autoridad ambiental para su disposición final.

El equipo de la Administración Zonal Eloy Alfaro estuvo en el sitio vigilando el trabajo. Luego, un equipo de consultoría terminará haciendo el desalojo de este espacio, la compactación de suelo y la recuperación del lugar.

Una vez terminado todo, se calcula que a finales de enero del próximo año, el sitio quedará limpio y allí se hará -han pedido los vecinos- una extensión de su Parque De las Flores.

Raúl Armendáriz, vecino de la zona, recordó que la salida definitiva de la bomba fue un pedido de la comunidad desde hace muchos años. La gasolinera estuvo abandonada desde finales del siglo pasado.

Esa estructura quedó ahí y causó, por muchos años, otros líos para el barrio. Desde inseguridad hasta desaseo, pasando por guarida de ratas y rateros. Incluso de mendigos.

Y ¿ahora qué harán en ese espacio? La idea, aclaró Armendáriz, es tener un escenario móvil para hacer eventos culturales regularmente y “para eso ya hay un acuerdo preliminar con el Museo del Teatro Sucre para el asesoramiento”.