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2 de febrero de 2021 17:05

Casa de la Mujer, un año de ayuda

En el lugar también se da atención educativa a los hijos de las mujeres. Foto: Cortesía del patronato San José

En el lugar también se da atención educativa a los hijos de las mujeres. Foto: Cortesía del patronato San José

Ana Guerrero. (I)

Violencia física y psicológica. No se queda fuera la sexual y la derivada de la dependencia económica. Mujeres que han sido víctimas de estas realidades tienen una opción en Quito: la Casa de la Mujer, que acaba de cumplir un año. La capacidad es para atender a 40 personas.

“Cada momento de la vida es un comienzo. Este momento es un nuevo comienzo para mí, aquí y ahora”. Estas son las palabras de Julia (nombre protegido), de 43 años, quien fue parte del programa del Patronato San José. Llegó con sus dos hijos, el 14 de septiembre del 2020 y salió el 26 de noviembre de ese año.

Ella llegó a Ecuador desde Colombia con muchas expectativas. Se casó con ilusiones, pero, con el pasar del tiempo ganó el machismo. “Era alguien sin voz, sin valor”. Sus hijos crecieron en medio de la violencia.

Comparte que por años vivió entre los “sentimientos a la fuerza, obligaciones de querer, de amar, de complacer al patriarcado. Se crea una conciencia de que le debes la vida a él”. Puso un alto y entonces conoció la Casa de la Mujer, un lugar de acogida.

Los profesionales le dieron una guía, ayuda legal, protección, un auxilio, un abrazo. Ya alejada del agresor, como ella mismo denomina a su expareja, tiene una vida nueva. Ella espera seguir con su profesión de fisioterapeuta y agradece porque ahora “es libre”.

Ya dejó la Casa, cuya ubicación no se revela por seguridad. El establecimiento acoge a mujeres mayores de 18 años y a sus hijos.

En este año de funcionamiento, en la Casa de la Mujer se ha atendido a 119 personas (58 mujeres, 61 hijos). Ya han salido 50, la mayoría en situación de movilidad humana. Gran parte ha regresado a sus países de origen.

La ubicación de la Casa de la Mujer no se revela.

La ubicación de la Casa de la Mujer no se revela.


Otra de las usuarias es Alicia (nombre cambiado), de 32 años. “Las mujeres tenemos derechos”, exclama. Ella aún se encuentra en el establecimiento y es oriunda de Imbabura. Tiene cinco hijos y recuerda que antes de llegar, derivada por la Junta Cantonal de Protección de la localidad, su expareja la maltrataba física y psicológicamente casi a diario.

Ella, quien se dedicaba a la agricultura, sentía que la única razón para vivir eran sus hijos. Ya en la Casa de la Mujer, recobró la paz, le dieron atención. “Entendí que puedo salir adelante y debo amarme a mí misma”, dice con seguridad.

Llegó con sus cinco hijos, el 23 de junio del 2020. Sueña con conseguir un trabajo. Le apunta a unirse a algún grupo de artesanos, pues es muy hábil.

Los niños que ingresan junto a sus madres reciben atención en psicología, continúan con sus estudios y allí cubren sus necesidades básicas.

Para acceder a la acogida y servicios en la Casa de la Mujer, en caso de emergencia, las personas pueden llamar al 912. La otra opción es el 1800 288 523.
En Patronato registra 21 casos sentenciados a partir de las denuncias por violencia que han patrocinado.

Procesos
En la Casa de la Mujer trabajan en tres fases con las personas que llegan. El primero es el acompañamiento emergente, en el que se da contención e intervención en crisis.

El segundo es el Plan de Acción. Allí se realiza un análisis integral del caso y se interviene, mediante la planificación de acciones que se desarrollarán a corto, mediano y largo plazo.

Y el tercero es la Preparación para la Autonomía. En este punto, luego de una valoración, la mujer se prepara para salir el centro de acogida y se realiza un plan de seguimiento.