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5 de noviembre de 2020 13:35

La candela fue provocada

Así quedó la zona de El Corazón, que fue afectada por un incendio. Foto: cortesía: bomberos de Mejía

Así quedó la zona de El Corazón, que fue afectada por un incendio. Foto: cortesía: bomberos de Mejía

Betty Beltrán (I)

Por no decir todos, pero el 99% de los incendios forestales son provocados por el hombre. Y los incidentes que se originaron en la Reserva Cayambe-Coca y en El Corazón, los últimos días del feriado de Difuntos, cumplieron con esa estadística.

Y apagar esa candela está costando muelas, pues es en lugares inaccesibles. En el primer caso, hasta la media tarde de ayer, aún había frentes activos. El de El Corazón se logró apagar a las 04:00 del 4 de noviembre del 2020. 

El lunes, a las 19:00, la gente dio el reporte de un incendio en la Reserva, a la altura de Cangahua, oriente del cantón Cayambe, pero para esa hora era muy complicado enfrentarlo por el viento incesante. Acudieron bomberos de Cayambe.

Al día siguiente se sumaron los de Pedro Moncayo, Antonio Ante y Quito. También se usaron los helicópteros Argus-1, de los Bomberos capitalinos; y el Fénix 1, de la Policía. Los sobrevuelos sirvieron, cuenta Esteban Cárdenas, comandante del Cuerpo de Bomberos Quito, para determinar los puntos de mayor calor con cámaras termográficas. Además, la altitud, para saber si existía la posibilidad de hacer extinción área. Pero como el incendio estaba a más de 4 000 msnm, era imposible usar las naves por los vientos de 30 km/h y las pendientes de infarto.

Se trata de una zona de mucho pajonal de más de metro y medio de altura, con mucha humedad, agrega Cárdenas. Quizá por ello, hasta la tarde de ayer, el incendio seguía en su fase de propagación pese al trabajo de más de 600 personas entre bomberos, personal del Municipio de Cayambe, Gestión de Riesgo, Ministerio de Ambiente y comuneros del sector.

Vista aérea de los incendios forestales en la Reserva Cayambe-Coca. Cortesía: bomberos de Quito

Vista aérea de los incendios forestales en la Reserva Cayambe-Coca. Cortesía: bomberos de Quito

Hay varias hipótesis sobre las causas de este incendio, pero la que gana en probabilidad es que se ocasionó por conflictos de tierras entre las mismas comunidades del sector, apunta Cárdenas. Las investigaciones avanzan.

Más al sur, en el cantón Mejía, en un sector del volcán apagado El Corazón, se reportó otro incendio forestal el martes, a las 16:20. Y todo el personal de Bomberos Mejía se activó y subió de una; más tarde, a los primeros 10 hombres se sumaron 10 más.

El incendio comenzó, casi simultáneamente, en tres frentes, cuenta el capitán José Velásquez, jefe del cuerpo bomberil. “Desde nuestro destacamento miramos que en la parte alta se prendió el fuego y en menos de 10 minutos vimos que más abajo, en la parte media, se originó otro; y luego el tercero, en la parte baja”.

Eso llevó a pensar, agrega el oficial, “que las llamas fueron provocadas, quizá por algún campista o un cazador. No fue una quema agrícola”. Y la tarea de apagar los tres frentes fue ardua porque el pajonal llega a medir hasta tres metros y las llamas cobraron altura de hasta siete metros.

En la tarea de apagar la candela también trabajó la comunidad de Aloasí y Alóag. Y a las 04:00 de ayer el fuego fue controlado en su totalidad; ese tipo de incendio suele apagarse manualmente, comenta Velásquez. Con batefuegos, rastrillos forestales, motosierras… Los vehículos con agua no pueden llegar hasta allá. Los bomberos de Quito y Sangolquí ayudaron.

Para evitar nuevos incidentes de esta magnitud, los dos comandantes solicitan a la gente que tenga conciencia, que si sube a la montaña no vaya a lo loco y a destruir la vida que allí se genera.

No debe hacer fogatas, menos junto a los árboles. Y si las hace, sea responsable y apague el fuego con agua.