El mal uso del ‘smartphone’ afecta la estética del rostro
Médicos estéticos señalaron la importancia de un buen uso de la telefonía móvil para evitar el envejecimiento prematuro, con motivo del 35° Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), que se celebró en Málaga del 20 al 22 de febrero.
Las personas miran el celular unas 150 veces al día y esto multiplicado por todo el año demuestra una repercusión “innegable” en la salud y el bienestar, de acuerdo con la doctora María del Carmen López.
“Un uso excesivo de la telefonía móvil, sin unos hábitos adecuados, tiene un impacto en la estética con la aparición de ojeras, envejecimiento prematuro de la piel, sobrepeso por sedentarismo, aparición de papada, incremento de grasa localizada en brazos e, incluso, lesiones en el cartílago auricular, entre otros”, dijo López.
Por un lado, la luz azul que emiten las pantallas de los ‘smartphones’ podría causar envejecimiento prematuro, aunque no existen estudios completos que lo comprueben. Esto se puede combatir con una rutina de cuidado de piel minucioso.
Por otro, los celulares acumulan una gran cantidad de bacterias y suciedad, lo que puede desencadenar espinillas en personas propensas al acné o erupciones en la piel, por ello hay que limpiar de forma frecuente el celular con alcohol.
La posición que se adopta a la hora de revisar el teléfono también trae sus efectos negativos. El dolor de cuello es uno de estos. En este caso se aconseja levantar el dispositivo a la altura de la mirada y no viceversa.
A la mala postura también se le atribuye el aparecimiento de papada, principalmente en personas delgadas, y las arrugas horizontales en el cuello.
El uso del celular antes de dormir puede causar problemas de sueño y cansancio, debido a que el cerebro interpreta la luz como momento de actividad, lo que se refleja en el aspecto y en la aparición de ojeras.
La SEME publicó a finales de enero un estudio en el que resaltaba que elementos como los ‘selfies’ o la sobreexposición de la imagen personal en las redes sociales también “ha despertado la inquietud de los jóvenes por la imagen personal”, una tendencia que además según el doctor Jaume Tufet “no para de crecer”.
