Qué hacer si su niño no quiere comer
Javier Aranceta comparte algunas recomendaciones para algunos de los casos más frecuentes a los que se enfrentan los padres:
Cuando no come: Analizar si es por alguna enfermedad o problema psicológico. A veces el rechazo a un alimento es un llamado de atención porque tiene algún conflicto emocional, lo que se detecta a través del diálogo o con ayuda.
Cuando come mucho: Lo primero es buscar el origen de la ansiedad y de esa conducta compensatoria con asesoría profesional. Se recomienda darle platos entre horas con poco valor energético y gran capacidad de saciedad, que beban mucha agua y coman frutas troceadas, como la manzana.
Cuando rechaza verduras y frutas: Es necesario explicarle por qué es interesante consumir más estos alimentos y dar el ejemplo. Creatividad y perseverancia deben ir de la mano: buscar formas más atractivas y sabrosas de preparar las verduras, y probar una y otra vez hasta dar con recetas que les gusten.
Cuando tiene sobrepeso o bajo peso: El primer paso es analizar la causa por qué hay sobrepesos que no tienen relación con la alimentación, sino que se deben a problemas genéticos u otros trastornos. Cuando los kilos de más son producto del estilo de vida, conviene plantear una dieta más saludable pero confortable y permisiva que sea compensada con mucha actividad física.