Cuidado con el uso de los exfoliantes
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Los exfoliantes químicos ya no son exclusivos de la atención en cabina. También llegan a los hogares, principalmente promocionados por ‘influencers’ que hablan sobre sus beneficios. Su mal uso puede causar quemaduras, hiperpigmentaciones y ampollas en la piel.
Lisset Haro, dermatocosmiatra, explica que existen diferentes tipos de exfoliantes. Uno de ellos son los mecánicos o físicos, que tienen perlitas o gránulos para remover las células muertas. Los ácidos o químicos, otro tipo, disuelven las células muertas. Por último, están los enzimáticos, que ayudan a eliminar la piel muerta a través de su acción ablandadora.
Si bien los exfoliantes ácidos pueden ser menos agresivos que los físicos, es importante conocer sobre su funcionamiento.
Lo primero que hay que tomar en cuenta es el tipo de piel. Las personas con piel sensible y deshidratada deberían evitar en general la exfoliación, pues cualquier acción fuerte sobre el rostro empeorará la calidad de la piel.
En caso de ser necesario, los exfoliantes enzimáticos de papaína son una alternativa suave para las personas con piel sensible.
Las personas con piel normal y mixta con tendencia seca deben exfoliarse una vez al mes. Quienes tienen piel mixta con tendencia grasa, deben hacerlo cada 15 días. Y quienes tienen una piel muy grasosa o acnéica deberían realizarse estos procedimientos una vez a la semana.
El uso de exfoliantes químicos en casa debería realizarse como máximo una vez al mes. Existen formulaciones de ácido láctico, lactobiónico, gluconolactona, entre otros. Los porcentajes de ácido deben ser bajos, entre 0,5% y 2%.
Si bien es un producto que ofrece buenos resultados, hay que manejarlo con cuidado. De preferencia, esos procedimientos deben ser realizados por profesionales o con su supervisión.
Tome nota
Preparación. Antes de exfoliar, lavar con un jabón para el rostro. Previo a aplicar el exfoliante, leer las instrucciones para evitar dañar la piel.
Rehidratar. Arrancar con un tónico como el agua de rosas, a continuación, aplicar crema de ojos y finalizar con un hidratante de acuerdo al tipo de piel.
Protección. Tras la exfoliación la piel queda sensible o vulnerable, por lo que hay que aplicar con mayor rigurosidad el protector solar.
