Dicen que cuando llega la hora de partir, todos somos iguales. Ya no importa el dinero, ni lo que en vida tuvimos, sino lo que hicimos en el plano terrenal. Eso quizá se aplique en esa dimensión a donde van las almas tras abandonar sus cuerpos.

Con el objetivo de regular las condiciones higiénico-sanitarias, la infraestructura de las instalaciones y las medidas de bioseguridad al momento de realizar inhumaciones y exhumaciones de cadáveres, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) realizó un control en cementerios de Quito.

Algunos capos de las drogas se llevan su ostentoso estilo de vida literalmente hasta la muerte: en un cementerio mexicano abundan tumbas de dos pisos equipadas con sala de estar, aire acondicionado y vidrios a prueba de balas.

Al amanecer del jueves pasado, 3 de noviembre del 2016, a pocas horas de haber culminado la celebración del Día de los Difuntos, tres nichos del Cementerio San Antonio de la Libertad, en la parroquia Chillogallo, fueron profanados.