A muchas mujeres les ha pasado. Al final del día, el interior de la mascarilla termina manchada con maquillaje. Valeria Pérez, maquilladora profesional, compartió algunos trucos para evitar este inconveniente.

Con cada nuevo año viene una lista de propósitos. Cuidarse el rostro, después del daño provocado por el uso de la mascarilla, es uno de los objetivos para muchos. Obtener los productos básicos para la limpieza, humectación y protección de la piel es básico para establecer una rutina saludable. No obstante, antes de hacer la inversión hay que reconocer el tipo de piel. Puede ser normal, seca, grasa, mixta o sensible.

Los productos de belleza cada vez pasan por estrictas pruebas para que sean tolerados por la piel. Sin embargo, al ser externos a este órgano, tienen un alto potencial dañino. Por ello, desmaquillarse es importante.

La gimnasia facial es una herramienta de cuidado diario para evitar que los músculos lleguen a la flacidez y se dé el aparecimiento prematuro de líneas de expresión profundas.

Malos hábitos alimenticios, de sueño o de cuidado facial, la retención de agua y la oclusión provocan el síndrome de una mirada cansada.

Fresca, sana y revitalizada. Así se sentirá su piel después de un sencillo, pero efectivo proceso para desmaquillarse correctamente antes de ir a la cama.

Los puntos negros son el resultado de la mezcla de las células muertas con la grasa de la piel. La punta se oscurece pues al alcanzar la superficie, se oxida. Aparecen en zonas delicadas, como la nariz y el mentón, así que hay que retirarlos con cuidado.

Verónica Bravo, médica en estética, explica que la disminución de la producción de colágeno se produce a partir de los 25 años, de 1% a 1,5% por año. La menopausia acelera esta pérdida, debido al déficit hormonal. A los 50 años, se estará elaborando naturalmente 1/3 menos colágeno.