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peligro
lunes 05/12/2016
Se inyectó aceite de coco y casi pierde un brazo
Joven y atlético, desde hacía cuatro años tenía una nueva obsesión en su vida: aumentar la capacidad muscular de su cuerpo. Por eso iba tres veces por semana durante horas a un gimnasio en Londres, para ver crecer sus extremidades de manera brutal.