Desde 30 centímetros hasta casi dos metros miden los monigotes que se exhiben en la explanada del Deportivo Quito, en Carcelén, al norte de la capital. Las figuras con el rostro o algún distintivo de Messi, del presidente Lasso y hasta Bad Bunny son algunos de los preferidos este año. Los precios permiten que todos puedan llevarse uno a casa. Las caretas van desde los USD 2 y hay muñecos desde los USD 5 hasta los USD 90. Y si se anima “puede negociar el precio, pero sepa que este es nuestro trabajo también”, dice Javier Quishpe. Él ya tiene más de 10 años en este negocio y forma parte de la Asociación Senderos de Carcelén. Este grupo tiene 12 stands y juntos recibieron el martes 27 de diciembre 2022 todos los ‘viejos’. La gran mayoría llegó en camiones desde Guayaquil. El viaje fue de cerca ocho horas. “Allá es la mata, los hacen pepa, pero han subido los precios”, dice Quishpe y saca su mercadería.

En el Palacio de Cristal del Parque Itchimbía se presentará la obra ‘Archipiélago Indivisible’. Será el sábado 7 de enero del 2023.

Ya no falta casi nada para que finalice el 2022 y darle la bienvenida al año nuevo. Y no hay nada más alhaja que despedir el año que con la tradicional quema del monigote. Pero verá que no es de hacer no más el relajo en plena calle y dejar todo ahí botado. ¡Pilas! que la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) da unos consejos para no andar en sustos ni caer con multas. Lo principal es evitar la quema de los viejos en los espacios públicos como las vías o los parques, ya que esta acción afecta la durabilidad de esos lugares. ¿Por qué? El fuego y los combustibles provocan que se pierdan propiedades del pavimento. A eso súmele las condiciones climáticas y la carga vehicular. El resultado es la aparición de baches, por decir lo menos. Pero también hay que evitar quemar el viejo en las aceras. Estas también se dañan y hasta pueden ocasionar un accidente si alguien camina por allí. Y entonces ¿Dónde se quema el muñeco? Se debe hacer en espacios privados con el

Manos a la obra andan los usuarios del Hogar de Paz, donde atienden a personas con experiencia de vida en calle. Allí, y con la ayuda de hábiles manos, ya están dando forma a personajes que irán directo a la quinta paila el 31 de diciembre.

Las autoridades municipales ratificaron el 28 de diciembre del 2020 que la comercialización de monigotes en espacios públicos está prohibida para evitar las aglomeraciones de personas y el incremento de contagios de covid-19 en el Distrito Metropolitano de Quito.

Este 2020, debido a la emergencia sanitaria causada por el covid-19, el alcalde Jorge Yunda informó el 10 de diciembre del 2020, que las ferias para vender monigotes no se realizarán. “Tampoco se permitirá que la gente se reúna a quemar los monigotes. Estamos a las puertas de una vacuna y justamente en diciembre puede complicarnos la salud y la vida de los quiteños”.

Importados desde Guayaquil y también quiteños. Los monigotes para despedir el año ya están a la orden en el norte y en el sur de Quito.

A contrareloj. Los trabajadores de los locales donde se venden monigotes y caretas en el Centro Histórico de Quito están a dos manos. A última hora surgieron personajes que, de ley, los vecinos querrán quemar en el fin de año. Por ejemplo, a los personajes centrales de las manifestaciones de octubre.

Faltan pocos días para que se termine el 2017; dos para ser exactos. Como es costumbre todo lo malo se quemará en la fogata de fin de año. Los ciudadanos ya comenzaron a elegir a su personaje favorito para prenderle fuego.

Juan Zapata, secretario de Seguridad del Municipio, señaló este jueves 28 de diciembre del 2017, que se pondrá énfasis en el control para evitar que los años viejos sean quemados sobre la calzada. Esto porque el calor que se genera compromete el asfalto. Para esto se desplegarán 800 efectivos de la Policía Metropolitana.

Monigotes de más de dos metros llaman la atención de quienes transitan por algunas calles de Quito.

Quemar un monigote en memoria de los buenos y malos ratos durante el año que termina es una de las principales tradiciones que se celebran en Ecuador entre los últimos minutos del 31 de diciembre y los primeros de cada 1 de enero.

Cuando el reloj marca las 00:00 del 1 de enero miles de monigotes empiezan a ser quemados en la capital.

El 2017 termina y para despedirlo, nada mejor que quemar a los tradicionales monigotes por fin de año. En diferentes sectores de Quito ya se pueden observar a comerciantes que ofertan coloridos “años viejos”, para todos los gustos.

Un globo, cartón, papel periódico (de preferencia del diario del día anterior), pegamento, papel empaque, pintura de interiores y toda la imaginación posible son los ingredientes para elaborar un monigote de fin de año.

Minions, Hulk, Toy Story, entre otros han sido los monigotes que han deleitado a los moradores del barrio La Vicentina en el norte de Quito. Arturo Domínguez es quien recibe a sus vecinos, con los que juega al fútbol, para elaborar cada año estos muñecos gigantes. Todos con materiales reciclados.

Los años viejos, las viudas, los disfrazados, las coreografías se volverán a disfrutar en el Festival de Años Viejos en la avenida Amazonas en el centro norte de Quito.