La temporada navideña se acerca y las empresas empiezan sus procesos de selección para trabajos temporales. Esta puede ser una buena oportunidad para aquellos que hoy se encuentran sin empleo.

Octubre es el mes clave para que las personas o los pequeños negocios planifiquen los gastos que harán en diciembre.

Con la crisis generada por la pandemia, las redes sociales y los emprendimientos tienen más protagonismo.

Si bien faltan menos de tres meses para que inicie la temporada navideña, una de las preocupaciones de las familias es saber qué regalarán el 25 de diciembre.

Las micros y pequeñas empresas, y sus empleados, se han adaptado al teletrabajo como mejor han podido y de acuerdo con lo que les ha permitido el bolsillo en la pandemia.

Luego del covid-19 ningún presupuesto familiar que se haya elaborado al inicio del año sirve por dos razones: los ingresos, para la mayoría de la población, son inferiores y las condiciones de vida ya no son las mismas porque muchos perdieron su trabajo, tienen chauchas de emergencia, no pueden cobrar comisiones a tiempo, etc.

La entrega a domicilio de un producto antes podía ser el valor agregado de un negocio. Pero la pandemia lo volvió imprescindible, tanto para clientes como para comerciantes. Ni hablar si se trata de un emprendimiento que vive únicamente de la venta en línea, que cada vez son más.

Desde este 24 de agosto del 2020 se puede inscribir para el nuevo ciclo de talleres gratuitos para emprendedores que dictará La Unidad Municipal Patronato San José.

El gasto en la compra de útiles escolares se puede reducir con el reciclaje. La práctica es posible ya que la modalidad de clases, al menos, en este año cambió por la emergencia sanitaria.

Con la pandemia las necesidades de Internet crecieron fuertemente y, en muchos casos, las familias enfrentaron saturación de la red. En términos prácticos, el elevado uso lleva a que el servicio se vuelva lento.

Las clases en modalidad virtual por la pandemia de covid-19 ha demandado un mayor uso de equipos electrónicos (computadoras de escritorio, laptops, tabletas, celulares inteligentes) en niños y jóvenes.

No todas las obligaciones que tiene una persona son malas. Hay mucha gente que lo hace para cumplir una meta y, de forma ordenada, logra pagarlas.

El ahorro es un hábito que se desarrolla a lo largo del tiempo. Para que la costumbre se mantenga y sea efectiva, el ejemplo que los niños reciben en sus hogares es fundamental.

Los estafadores no respetan ni siquiera la cuarentena y la pandemia del covid-19. Estas malas personas saben que muchos quiteños están empezando a usar el comercio electrónico, es decir, las ventas a través de Internet, y están al acecho de víctimas para estafarlas.

El Día del Padre está cerca y para muchos padres será una jornada para olvidarse de todo ya que están, simplemente, fundidos. Desde que empezó la cuarentena han tenido que teletrabajar y ayudar a cuidar a los guaguas, hacer las tareas del hogar que le corresponden y tener un espacio personal.

Con esto del covid-19 y la emergencia sanitaria que generó, la gente está bien preocupada por su economía. Estamos fregados! Diría el dicho popular. Mucha gente se ha quedado sin trabajo, mientras que otros no obtienen ingresos porque sus locales están cerrados o la gente no está comprando.

El ahorro es una obligación constante en la vida de las personas. A partir de los 30 años de edad, esta decisión se vuelve más importante.

Comprar en línea es una tendencia que crece en el país. Un estudio señala que el ecuatoriano promedio, en especial las mujeres, compran sobretodo ropa y zapatos.

Coleccionar monedas, medallas y otro tipo de objetos históricos permite mostrar a los aficionados las antigüedades que posee el mundo.

No toda deuda es mala. De hecho, la mayoría de la población se endeuda para cumplir un objetivo: comprar una casa, un auto, viajar, etc.