Debido a los trabajos de repavimentación en la calle Manuel Larrea, centro norte de Quito, siete rutas de buses, incluido el Corredor Central Norte, deberán modificar su trayecto en ese sector.

En Carcelén están felices porque empezaron a desmontar la parada Corazón de Jesús, del Corredor Central Norte.

De nidos de la inseguridad llenos de basura y esmog, a relucientes jardineras, se transformaron seis paradas que en algún momento formaron parte del Corredor Central Norte, en la av. Diego de Vásquez, en el norte de la ciudad.

El proceso de derrocamiento de las 12 paradas del Corredor Central Norte, ubicadas sobre las avenidas Diego Vásquez de Cepeda y Jaime Roldos, en el sector de Carcelén, concluirá el próximo dos de febrero del 2018.

Mide 18 metros, tiene capacidad para 160 pasajeros, no permite que el conductor sobrepase los 60 kilómetros por hora y no emite gases contaminantes. Se trata del primer bus eléctrico que empezará a circular en la capital desde el próximo 11 de diciembre.

Se pueden incorporar hasta un total de 15 unidades, señaló Galo Cevallos, gerente de la la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (Epmtpq), este martes 23 de mayo del 2017, durante la entrega de 10 buses entre articulados y biarticulados.

La construcción de las paradas para la ampliación del Corredor Central Norte en Quito le costó USD 509 074 en el 2006. Nueve paradas permanecen abandonadas: llenas de grafitis, oxidadas, sin puertas, con basura y hasta colchones.