En redes sociales circulan este martes 24 de marzo del 2020 fotografías que muestran volquetas amarillas arrojando basura en el bosque de arupos, en el sector de El Trébol, en Quito.

Unos 300 voluntarios fueron a El Trébol para sembrar 1 000 árboles. Se unieron a la iniciativa del abogado Rafael Lugo de que Quito cuente con un bosque de arupos.

Cuando se atraviesa por El Trébol y se mira al costado norte de este intercambiador de tráfico, viniendo de Los Chillos a Quito, lo que se observa son montículos de tierra apilados. Justo allí se espera hacer un bosque de arupos.

Los bosques que conocemos estaban allí cuando llegamos. Están poblados por árboles centenarios, en muchos casos, que han sido testigos de la desaparición de sus semejantes y del crecimiento de los muros y el pavimento.

El escritor y abogado, Rafael Lugo invitó a todos los chullas a participar de la minga de limpieza en el relleno de El Trébol; se prevé que en ese sitio se levante un hermoso bosque de arupos.

Cada verano florecen en Quito coloridos arupos que adornan calles, avenidas, plazas y casas.

En épocas frías, pocos le ponen atención, pues sin flores no atrae, no destella. Pasa ‘desflorado’, hasta que en el verano, como el que actualmente se vive en Quito, los arbolitos de arupo florecen y le dan nuevo rostro a la ciudad.

Hace más de tres semanas se iniciaron varios trabajos para nivelar la superficie de un terreno localizado junto a El Trébol. Este espacio, que tiene una extensión de alrededor de una hectárea, se encuentra en el lado sur-oriental y en donde confluyen los buses del valle de Los Chillos y sur de la ciudad.