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16 de marzo de 2017 15:33

Yachags se gradúan en el panecillo

Algunos de los alumnos del taita José Naula Flores (tercero desde la izq).Foto: Betty Beltrán / ÚN

Algunos de los alumnos del taita José Naula Flores (tercero desde la izq).Foto: Betty Beltrán / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Ocho warmis y seis karis. El grupo de 14 personas, de entre 25 y 60 años, se graduará de yachags-curanderos. La ceremonia será el domingo, desde las 09:00, en el templo del sol: El Panecillo.

No todos son de Quito, también vienen de Cuenca, Tambo, Riobamba y Ambato. Su preparación fue de un año, en las instalaciones de la Fundación Jambi Huasi, ubicada en la Venezuela N731 y Olmedo.

El taita José Naula Flores fue quien impartió el conocimiento todos los sábados, de 09:00 a 12:00. Les enseñó a ayunar, tomar la bebida sagrada, masticar la hoja de coca y aprender la historia precolombina y la medicina ancestral.

Antes de graduarse ya podían curar. El taita Naula dice que a los seis meses de estudio ya estaban en capacidad de ofrecer un diagnóstico con el cuy, con el huevo, con la vela y con la orina. Esas son las pruebas para pasar el curso.

Para estudiar y graduarse de yachags “no hace falta que sean de tal o cual nacionalidad, todos somos runas y estamos en capacidad de fortalecer aquella habilidad de curar”, comenta Naula.

Este es el cuarto grupo de graduados. El curso cuesta USD 60 la inscripción y una mensualidad de 40.

Pero la preparación no acaba allí, pues después de eso, sugiere Naula, los nuevos yachags deben acudir a todas las ceremonias y rituales para ganar experiencia. Todo porque, “el curandero nunca deja de estudiar, hasta morir fortalece sus conocimientos”.

Durante la ceremonia, los graduados deberán ir con pies descalzos y túnicas; las capas y las coronas serán colocadas por sus padrinos. Todos en el centro de El Panecillo, un cerro sagrados para los indígenas.

Esta fiesta empezará el sábado, con la celebración del Paukar Raymi; allí se recibirá, a partir de las 09:00, a los jerarcas y yachags sanadores. Habrá danza por el fin del año andino (Sisay Pacha), con el ritual del fuego y la pirotecnia.