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30 de enero de 2017 12:34

Mujeres deciden hablar

En el sector de El Arbolito se alzó una bandera con la frase: “No callamos más”. Foto: Patricio Terán / ÚN

En el sector de El Arbolito se alzó una bandera con la frase: “No callamos más”. Foto: Patricio Terán / ÚN

Paula Merchán 

En los primeros 14 días de este año, 15 mujeres fueron asesinadas en el Ecuador. Esta alarmante cifra no es extraña en el panorama nacional, ya que 6 de cada 10 mujeres sufren de violencia de género en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

‘Primer acoso’ y ‘No callamos más’ son iniciativas de la sociedad civil que fueron creadas para poner un ‘pare’ a la constante situación de peligro en que viven las mujeres. Verónica Vera, fundadora de la iniciativa, explica que hay tres objetivos: la visibilización de esta problemática, romper el silencio y generar espacios de encuentro en los que las mujeres se apoyen mutuamente.

Primero crearon un grupo secreto en Facebook en el que se convocaba a las mujeres que quisieran contar sus historias de acoso, abuso o violencia. En pocos días tuvieron más de 22 000 miembros que compartieron sus experiencias y se apoyaban.

El segundo paso fue crear una página en la misma red social, en la que se hacían públicas historias de las personas que autorizaban.

El tercer paso fue encontrarse, el pasado sábado, en el parque El Arbolito. Allí alzaron una bandera con la frase “No callamos más” y conversaron sobre sus testimonios. “Cuando yo logro contar mi historia y tengo todo el respaldo de las chicas que han vivido algo similar y me dicen ‘no es tu culpa’, no debes sentir vergüenza, eso genera algo positivo en la vida de las mujeres”, señala Verónica Vera, fundadora de la iniciativa.

El primer paso para salir de una situación de violencia es hablar, contar a alguien la situación por la que se está pasando. Alejandra Guerrón, responsable del área de violencia y del programa Ciudades Seguras, en ONU Mujeres Ecuador, cuenta que el problema es el patriarcado que atraviesa a hombres y mujeres.

“Esto (las iniciativas) te permite plantear que la problemática existe, porque muchas veces se minimiza porque a veces uno siente que ha hecho algo para merecer esto”, explica Guerrón. 

Diana Chiriboga se animó a contar su historia. Durante 16 años estuvo casada con un hombre que la maltrataba física y psicológicamente.

“Él siempre mantuvo la imagen de un hombre intachable”, cuenta. Por eso nunca se atrevió a hablar, porque estaba convencida de que nadie le iba a creer.

Diana Arteaga es una joven que también sufrió violencia por parte de su pareja. “Lo que más me duele es que él me hizo olvidar quién era yo”, dice Arteaga. Y agrega que gracias a que ha podido contar su historia y hacer terapia,
“ya no soy más una víctima”.