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12 de enero de 2017 13:37

Estos guambritos legionarios son puro talento

(De izq. a der.) William Vargas, Pervis Estupiñán, Omar Carabalí y Bryan Cabezas. Foto: Patricio Terán / ÚN

(De izq. a der.) William Vargas, Pervis Estupiñán, Omar Carabalí y Bryan Cabezas. Foto: Patricio Terán / ÚN

David Paredes

Omar Carabalí es uno de los pelados de la Sub 20 que menos experiencia tiene con la camiseta de la Selección. Esta es su primera convocatoria y a pesar de ello se siente como en familia.

Es que el golero de 19 años conoce poco el medio ecuatoriano. Se fue del país cuando todavía era un guambrito. A sus 15 años llegó a Chile y cambió radicalmente sus costumbres y de ambiente.

Ahora Carabalí parece shileno. Se le pegó el acento rapidísimo. Cuando habla hasta se le salen palabras típicas del país de la estrella solitaria.

“Mi papá me contó un poco cómo era ser parte de la Selección. Eso me sirvió para adaptarme rápidamente”, dice Carabalí -hijo de Wilson Carabalí (exjugador de clubes como Emelec, Barcelona, Calvi y Orense).

Su padre fue su mentor antes de irse al sur del continente. En el 2012 pasó una breve temporada entrenándose con él, después de militar en el Independiente del Valle.

“Nos fuimos a vivir a Chile porque queríamos tener un cambio de vida”, recuerda el joven guardameta.

En Chile, su padre se contactó con el DT de la Sub 19 de Colo-Colo, quien había sido su rival en un preolímpico disputado en Paraguay. Omar pudo ganarse un puesto en uno de los clubes más grandes de ese país.

La historia de William Vargas es distinta. El lateral derecho de 18 años llegó a Boca Juniors hace una temporada.

Dejar su amado Durán para irse a la imponente Buenos Aires fue una de las cosas más complicadas que le tocó vivir.

Extraña la comida, los panas y el peloteo en la calle. Por ahora vive en las villas que tienen los ‘xeneizes’ cerca del estadio La Bombonera.

“Salir de mi país es una de las cosas más complicadas que pude vivir. Pero me ha servido para madurar”, dice Vargas.

El guambrito le confesó a ÚLTIMAS que antes de los superclásicos entre Boca y River Plate, se mensajeaba con Abel Casquete, quien hasta el año pasado jugaba en las formativas de los millonarios.

“Estos superclásicos son especiales. No importa la categoría. Cuando entramos a la cancha nos transformamos. Termina siendo un partido aparte”, dice Vargas.

El joven defensa xeneize ya compartió cancha, en entrenamientos, con algunas de las estrellas del tradicional equipo argentino. Conoció a Carlos Tévez, Fernando Gago y a Agustín Orión.

En el extranjero también juegan otras caritas conocidas. Ese es el caso de Pervis Estupiñán y Bryan Cabezas, quienes además son de los más experimentados de la Tricolor Sub 20 del ‘profe’ Xavier Rodríguez.

‘Cabecitas’ se fue al Atalanta de Italia en agosto. Y aunque todavía no ha debutado, ha podido aprender en los entrenamientos y de los jugadores del cuadro de Bérgamo.

Incluso se hizo pana de los sudamericanos del primer equipo como los chilenos Carlos Carmona y Mauricio Pinilla y el argentino Alejandro Gómez. Incluso tiene un grupo de Whatsapp, donde hablan constantemente.

Él cuenta que está en clases de italiano tres veces a la semana y asegura que le va mejor que a sus compañeros que no hablan el idioma. Ya ‘parla’ algo algo el idioma.
Cabezas tiene experiencia en torneos internacionales. Ya jugó una final de Copa Libertadores y hasta le ganó a grandes del continente como Boca Juniors, River Plate y Pumas. Para él no hay presión. Al igual que Carabalí y Vargas, esta también es su primera convocatoria para un torneo continental.

Pervis, quien milita en el Granada de España, es de lo que más experiencia tiene en esta selección. En el 2015 jugó como titular el Mundial de Chile de la Sub 17 y ahora quiere repetir la hazaña. Su meta: el Mundial de Corea.