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3 de abril de 2020 10:39

A menos eucalipto, más riesgo

Las ramas de eucalipto las venden en la calle a cincuenta centavos y hasta un dólar.

Las ramas de eucalipto las venden en la calle a cincuenta centavos y hasta un dólar. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Ana Guerrero

Como para Domingo de Ramos se venden los ramilletes de eucalipto en Quito. La cuña es que ayuda a contrarrestar el covid-19. Especialistas clarito han dicho que no hay prueba de ello. Lo que sí es fijo es que se están mochando como nunca las ramas de los ejemplares quiteños.

Juan Carlos Avilés, secretario metropolitano de Ambiente, da cuenta de que si bien aún no se conoce la cantidad de árboles que se hayan afectado por la venta loca de ramas de eucalipto en Quito, la abundante ramificación de árboles jóvenes que se ven en los bosques hace deducir que no serían muchos.

Sin embargo, el creciente mercado de la especie puede cambiar las estadísticas. Y, según el funcionario, volverse un potencial riesgo de deforestación y tala ilegal. Por esto mismo están evaluando este potencial impacto.

Las áreas identificadas de manera preliminar, de donde se está extrayendo la vegetación, son el Parque Metropolitano del Sur (bosque protector) y las laderas del Pichincha (área de intervención especial y recuperación).

Sobre la afectación que pueden experimentar los árboles, Avilés explica que al cortar la ramas sin emplear técnicas adecuadas provocarán que los ejemplares inicien un proceso de rebrotes o reiteraciones de forma desordenada. Esto puede afectar a futuro en la “arquitectura” del árbol y, en varios casos, serán peligrosos por potenciales fracturas o vuelcos.

Pero ahí no queda el asunto. En otros escenarios, apunta el Secretario, los desgarres que sufren los tallos por la inadecuada extracción de sus ramas, causando graves heridas, deja al árbol expuesto a presencia de plagas y enfermedades. Con decirle que un corte indiscriminado de ramas hasta puede costarle la vida al árbol.

En las calles, el ramillete de eucalipto se vende por USD 0,50. Aunque ya hubo algunitos que quisieron pedir USD 1.

El fin de semana, por ejemplo, en el sur de la urbe vendían las ramas en cada esquina, a lo largo de la av. Mariscal Sucre. Y, pese a todas las explicaciones, se siguen viendo en las calles a vendedores con ramas al hombro.

Hubo quienes soplaron que estaba llegando al por mayor, como suele ocurrir con productos de temporada.

Buena estaba la venta, y eso que no hay evidencia científica de que la especie le dé guerra al virus. De lo que sí se tiene conocimiento es de que el eucalipto (Eucalyptus globulus, predominante en el Distrito) presenta varios servicios ambientales.

Esta especie (introducida a los Andes equinocciales a mediados del siglo XIX) aporta con el secuestro de carbono en promedio de 122,78 toneladas por hectárea cuando ya tiene ocho años de edad. Avilés alude a que hay análisis sobre el tema, como el titulado ‘Secuestro de carbono en plantaciones de eucalipto cantón Pedro Moncayo, provincia de Pichincha, como una alternativa al desarrollo sustentable’.

Y como yapa: se pueden observar en sus troncos y ramas orquídeas, bromelias, helechos, musgos, líquenes. En pocas, los árboles de eucalipto son refugio de vida, incluyendo aves, mamíferos, anfibios y reptiles.

La tarea de los ejemplares sigue. Las plantaciones de eucalipto cumplen la función de prevención de movimientos en masa (deslaves). De cajón, en las laderas del Pichincha.

Eso sí, como explica Avilés, un ejemplar adulto puede requerir diariamente unos 200 litros de agua y sus propiedades alelopáticas (que influyen en el crecimiento, supervivencia o reproducción de otros organismos), hace que nada crezca a su alrededor y hasta empobrece el suelo.

Las zonas del Distrito donde más abunda la especie son las laderas del Pichincha, Lumbisí, Ilaló, El Condado, y en los parques Metropolitanos del Norte, Sur y Chilibulo.