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30 de abril de 2020 14:48

Diagnóstico de faringitis acabó en muerte por covid

La familia del difunto teme haberse contagiado del coronavirus

La familia del difunto teme haberse contagiado del coronavirus. Foto: Cortesía

Redacción Últimas Noticias

El compañero, el padre responsable, el trabajador incansable. Julio Zavala falleció el 19 de abril. En el certificado de defunción, la causa del descenso está definida: “Enfermedad por coronavirus”.

La esposa de una de las víctimas del virus, Armenia Corro, lamenta no solo la pérdida de su esposo, de 51 años. Ahora, vive la zozobra de que sus dos hijas, su nieta y ella puedan ser portadoras del covid.

La mujer de 46 años recuerda con dolor e indignación la situación que vivió su esposo hasta finalmente llegar a la muerte. Era conductor de un bus que cubría rutas interprovinciales. Cuando se declaró la emergencia llegó a casa, había pasado por Guayaquil. Por voluntad propia él y la familia se aislaron.

Pero luego de casi 15 días de confinamiento empezó a presentar molestias en la garganta. Acudió a una clínica y de ahí le encaminaron a un centro de salud del sur, donde habita la familia. Le diagnosticaron faringitis y, cuenta la mujer, le enviaron a casa con medicamentos para tres días.

Sin embargo, lejos de mejorar, él fue empeorando. Nuevamente acudió a una casa de salud pública del sector. Una vez más: medicamentos para tres días. Empezó a sentirse un poco mejor. Tenía fiebre, “no muy alta”. No obstante, esa mejoría fue pasajera, ya no podía dormir, no sentía los sabores de la comida, le dolía la espalda y tenía dificultad para respirar.

El 30 de marzo acudió nuevamente al hospital y desde allí no lo volvieron a ver. Él le contó a la mujer, por mensajes de voz, que le hicieron exámenes. Le contó también que le trasladaron a una casa de salud del norte de la capital, con oxígeno. Más adelante le envío otro audio diciéndole que iba a volver a la casa. El momento no llegó.

Nadie les daba razón. Luego de unos días, Armenia recibió la noticia de que su compañero de vida estaba siendo tratado por una neumonía relacionada con el covid-19. Ella llamaba al hospital y asegura que solo respondía una contestadora.

Hasta que finalmente llegó la fatal novedad: su esposo había fallecido. Como exige el protocolo, No hubo velorio, el cuerpo fue a un camposanto del sur de Quito y solo pudieron despedirle pocos familiares, guardando distancia.

Ahora, Julio descansa en el nicho que su padre había comprado para sí mismo. Armenia logró que le hicieran la prueba para definir si tiene el virus, el jueves pasado, aún no recibe el resultado.