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15 de noviembre de 2016 10:26

La careta de Trump ya está a la venta

Vicente Paredes tiene la careta del presidente gringo y de todos los políticos de moda. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Vicente Paredes tiene la careta del presidente gringo y de todos los políticos de moda. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Paúl Herrera se adelantó casi un mes para instalar su bodega de caretas en la esquina de la Benalcázar y Santa Clara. Allí ya se puede encontrar a todos los políticos de moda.

Ahí están, por solo USD 2, los presidenciales Cynthia Viteri, Guillermo Lasso, Paco Moncayo; también aquellos que nunca faltan como ‘Mashi’ Correa, Mauricio Rodas, Abdalá Bucaram (el loco que ama).

El hijo de Bucaram, ‘Dalo’, está en la lista de espera y en una semana ya estará en percha. ¿Y el gringo Donald Trump? Lo tendremos en breve, acota Paúl.

Pero en el Palacio de la Careta, en la calle García de León y América, ya está la careta de cartón del flamante presidente de los Estados Unidos y se vende en solo USD 3.

En ese sitio tradicional de Quito los rostros de los políticos de la patria están por doquier. Y como dice su propietario, Vicente Paredes, “debemos estar al día en lo político y en los espectáculos, porque los clientes nos caen” y no pueden decir un “no hay, lo sentimos”.

Al Donald, cuenta Vicente, lo hicieron de urgencia. En una noche, a poquitos minutos de que el candidato ganara la presidencia.

La venta de las caretas aún está baja, por eso hay que esperar a que pasen las fiestas de Quito, dicen estos artesanos hábiles y archiconocidos. Tampoco los revendedores se han acercan todavía a estos sitios.

“Estamos esperando que lleguen a coger por la Navidad; viene mucha gente de provincias”, comenta Paúl. Su bodega, hace cinco años, se instala en el mismo sitio.

La careta que ya se vende, aunque sea poquito, es la del ‘presi’ Correa. En la bodega de la Benalcázar y Santa Clara hay Rafaeles Correas con cachos, con tabaco, con gorra del Emelec hasta con gorra militar. Sigue siendo “el más querido”, cuenta Paúl.

La que ya no se vende es la careta de Alvarito. Ya la hicieron a un ladito. “Algunas caretas de él las teníamos por el rincón, pero cuando se retiró de la contienda presidencial, las guardamos nomás”, admite Paúl. Vicente comenta que “esos personajes pierden vigencia después del período”. O, como insiste Paúl, “cuando ya no dan candela o la gente deja de hablar de ellos”.

Sea como sea, los artesanos esperan que el golpe de la venta llegue después de las fiestas de Quito. Irá a comprar la suya.

Temporada

Vicente Paredes, del Palacio de las Caretas cuenta que en las fiestas de Quito también se vende muchas caretas, sobre todo de payasos, toreros y carishinas.