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2011-09-04 20:03:01

¿A quién pertenece?

JulioJulio Zabaleta (izq.) demandaru00e1 a Peru00fa por la propiedad del complejo arquitectu00f3nico inca de Machu Picchu (der.). Fotos: Archivo particular
Edwing Encalada

Una de las dos familias que afirman ser dueñas del terreno donde se ubica el santuario inca de Machu Picchu, anunció que demandará al Estado peruano ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la UNESCO, según publica este domingo el diario Perú21.u00a0Vamos a denunciar al Estado peruano por infracción de las convenciones internacionales en materia de patrimonio cultural, dijo el abogado Fausto Salinas, defensor de la familia Zavaleta.u00a0Los Zavaleta mantienen un litigio con el Estado por más de seis años donde reclaman que se les reconozca como dueños del lugar.u00a0Para Salinas, la estrategia de los gobiernos ha sido dilatar los procesos para evitar que se les indemnice o que se expropie el valor de los terrenos.u00a0El Estado sostiene la equivocada tesis de que al ser estos bienes patrimonio cultural de la nación los derechos de propiedad han quedado extinguidos. Esta tesis no tienen ningún fundamento en el Perú ni en el derecho internacional, afirmó Salinas.u00a0En 1933, el hacendado José Abrill inició los trámites para que el Estado expropiara los terrenos donde se encuentra Machu Picchu y las zonas aledañas.u00a0En 1944, Abrill vendió a Julio Zavaleta dos fundos que atraviesan los caminos incas y se reservó para sí la ciudadela.u00a0La familia Zavaleta afirma ser propietaria de 22 mil hectáreas de las más de 35 mil que ocupa el santuario de Machu Picchu.u00a0La ciudadela, construida a mediados del siglo XV, es el principal destino turístico del Perú y recibe al día a 2 500 visitantes.u00a0DPAu00a0Más de actualidad:u00a0Chile está de dueloLos 'horrores' de los Gadafi¿No está en el Guinness?Restablecerán relacionesSin puesto ni respuestasPensión sube y subeAbortaron idea de paroVaya a clase seguroRegistro de la Propiedad abre la madrugadaEn la Quito Norte viven con miedoEl cambio se avecina