Las yuyeras siguen vigentes
El espanto, las malas vibras y hasta tener mejor suerte. A todo le entran las yuyeras o hierbateras de Quito. Ellas no han dejado de apoyar a la comunidad con su sabiduría, incluso, durante la pandemia.
Los saberes ahora son parte de los Territorios que sanan, desde el Museo de la Ciudad. El rastro de esta práctica ancestral está vivito en diferentes rincones de la capital.
Hasta algunos de esos sitios llega la iniciativa con recorridos especiales, que incluyen las prácticas, y los saberes de recolección y cultivo que se han transmitido por varias generaciones.
Las caminatas pasan por varios sectores del Centro Histórico, como la calle Rocafuerte, el Mercado San Francisco, La Plataforma 1 de Mayo e incluyen recorridos por huertas, comunas ancestrales y otros mercados importantes de Quito.
Una nueva salida, que también se impulsa desde la Mediación Comunitaria de la Fundación Museos de la Ciudad, se prepara para las 07:00 del próximo 19 de noviembre del 2021. Así que pilas.
El punto de encuentro será en el Museo de la Ciudad, el valor del recorrido es de 5 dólares y puede adquirir un pase en https://bit.ly/3C3B9SB.
San Roque no se puede quedar fuera. En este punto está la Plataforma Central 1 de Mayo. Se trata de un sitio de reconocimiento por la medicina ancestral y que, incluso, abastece de hierbas al resto del Distrito, a sitios como Comité del Pueblo, Calderón, San Francisco, Chiriyacu, El Arenal, entre otros.
Más de 216 mujeres venden y, de yapa, le dan el santo y seña de los beneficios de cada hierba.
Julia Llumiquinga es cultivadora de hierbas medicinales y vendedora de la Plataforma 1 de Mayo. Desde los 8 años acompaña a su madre a recoger hierbas en los terrenos de las haciendas de Loreto, El Tingo, de Pagchubamba y del Molinuco,que hoy es el valle de Los Chillos.
Es la tercera generación en ofrecer trinitaria, laurel, hierba del ángel, arvejilla, arrayán, etc. La ruta incluye, justamente, esas vivencias. Y verá que este legado viene de mucho antes de la llegada de los españoles.
Como dice la investigadora Susana Freire, esa tradición se mantiene pese a que en la Colonia se trataron de eliminar las prácticas ancestrales que curan hasta el alma espantada. De hecho, desde el siglo XVI hasta leyes se hicieron para borrarlas.
Pero no se logró. Prueba de ello es Lourdes Rojano, quien se define como una “médica andina”. Ella misma dice que trabaja en todo: partos, sanaciones, mal ojo, mal aire, cogido de cerro. También es una de las lideresas de la comuna Chilibulo Marcopamba.
Ella tiene un espacio que denomina centro de sanación Mamá Lourdes, y desempeña sus labores desde hace unos 45 años, a partir de la herencia de la abuelita.
Cuando tenía ocho empezó a curar, a hacer sanaciones y a tener contacto con la madre tierra, el cuiche, los apus, los cerros y más. “Somos nacidos en Píllaro, yo le seguía a mi abuelita”.
Para la fundación, la consigna es contribuir y posicionar la relevancia y el prestigio de este oficio en el imaginario de la ciudad. Y no queda ahí, porque quieren crear un mapa digital con los puntos relevantes de las redes de comercio, distribución, acopio y prácticas de cuidado en el oficio.
La siguiente ruta será el 3 de diciembre por las Fiestas de Quito, de 07:00 a 10:00.
