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18 de octubre de 2018 09:23

Villalobos colocó las banderas rojas

En 1794, Quito se escandalizó con un mensaje a la sublevación. Foto: Betty Beltrán / ÚN

En 1794, Quito se escandalizó con un mensaje a la sublevación. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán
(I)

Fue una osadía. Pero al amanecer del 21 de octubre de 1794, Mariano Villalobos colocó banderas de tafetán rojo con fondo blanco en los atrios de las iglesias de Santo Domingo, Catedral y San Francisco. Esas telas llevaban una frase en latín: “Al amparo de la cruz, ser libres”.

Con el andar de las semanas, el tema se olvidó aunque el mensaje siguió un cauce de efervescencia y culminó con el 10 de Agosto de 1809, el Primer Grito de la Independencia.

Tres años después, para 1812, se conocieron los nombres de los osados de las banderas rojas: Marqués de Selva Alegre, el financista; Mariano Villalobos, el ejecutor; y Eugenio Espejo, el mentalizador, menciona Susana Freire, investigadora.

Ese solo hecho, en el siglo XVIII, tenía como castigo la horca. Todo porque, como recuerda la especialista, el objetivo fue incitar al pueblo a rebelarse en contra de los españoles.

Para celebrar ese hecho histórico, el lunes 15 de octubre se realizó el embanderamiento con telas rojas en las cruces de piedra de las iglesias: Santa Bárbara, La Concepción, Catedral, El Sagrario, La Compañía; y en el monasterio del Carmen Alto.

Ahí no termina la cosa, porque hoy, en el Museo Interactivo de Ciencia (Sincholagua y Maldonado), se realizará un conversatorio en torno a Eugenio Espejo y al 21 de octubre de 1794. Estarán como invitados Carlos Paladines, Germán Rodas y César Alarcón.

Según Freire (quien será la moderadora) la idea es que los estudiantes de planteles municipales conozcan la trascendencia histórica de este hecho que se festeja desde este lunes 15.

Para el domingo 21 de octubre, desde las 10:00, se planea un desfile con las bandas de paz de 20 colegios y la Banda Municipal; arrancará desde el Carmen Alto (calle Rocafuerte), bajará a la Venezuela hasta la Manabí, de ahí a la García Moreno y Espejo, por el Centro Cultural Metropolitano.

En ese sitio se hará el cierre del festejo con un homenaje a Reinaldo Miño, quien se encargó de hacer el estudio histórico de este evento y celebrar la fecha desde el 2009. En el 2017, el Municipio se hizo cargo de esa celebración, que fue bautizada como ‘Las Banderas Rojas de Espejo’.

A medida que avance el desfile se hará una teatralización, justo donde fueron colocadas las banderas; estarán los personajes de la época: Marqués de Selva Alegre, Villalobos y Espejo, cuenta Juan Pablo Jurado, guía de planta del Museo de Cera. Agrega que la idea es que los jóvenes no olviden a quienes idearon el inicio de la independencia.

Freire va más allá y menciona que tras la colocación de las banderas, los españoles hilaron las palabras de las telas y dedujeron que el autor de este “sacrilegio” fue Espejo. Por eso, en enero 1795, fue detenido.

Transcurridos los hechos Espejo pagó con su vida. El Marqués de Selva Alegre salió ileso. Y Villalobos se perdió en la historia, no se sabe ni cómo fue su rostro; lo único cierto es que quiso ser gobernador de Canelos. Pero hay una estatua de él en el Museo de Cera, con las referencias en retratos de la época, supone la investigadora Freire.

Esta osadía no puede pasar desapercibida y debe ser celebrada con todas las de ley, agrega. Es más, “los académicos deben hacer un vínculo entre el pasado y el presente, y contar la historia a los estudiantes”. Para que estos héroes sean más cercanos, más queridos y más humanos.