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3 de diciembre de 2021 18:58

La Victoria se une a la historia

La icónica pileta conserva aún importantes huellas libertarias. Foto: ÚN

La icónica pileta conserva aún importantes huellas libertarias. Foto: ÚN

Evelyn Jácome

Dicen los vecinos de La Victoria que en plena plaza del barrio, donde hoy hay una pileta, se bañaron los héroes que vencieron en la Batalla del Pichincha. Cuentan- emocionados- que las tropas bajaron de la cima y descansaron, bebieron agua y comieron en ese preciso lugar, donde vecinos y trabajadores se sientan a esperar que llegue alguien a contratarlos.

Esa historia no es precisa, pero sirvió de inspiración para que la comunidad se uniera a la Ruta Libertaria y la zona se engalanara a propósito del Bicentenario.
Patricio Guerra, cronista de la ciudad, relata que el día de la batalla, a las 17:00, el ejército de Sucre bajó por La Chilena y, según narra la historia, en la recoleta de El Tejar se izó la Bandera tricolor.

Es posible -dice- que algunas tropas hayan bajado por el lugar donde La Victoria echó raíces, ya que algunos historiadores aseguran que allí había una fuente en la que una parte de los 1 700 combatientes se bañó. No hay documentos históricos que lo confirmen, pero la posibilidad de que haya sido así fue suficiente para que en la celebración del primer centenario de la batalla, el sector adquiriera protagonismo.

Desde la plaza hacia el occidente se ve el lugar donde las tropas combatieron. Las casas son en su mayoría de tres pisos y tienen techos de teja y balcones.

Guerra puntualiza que en ese entonces, en La Victoria no existían construcciones como las actuales, que quizás había pequeñas casas, y que a partir de la llegada del tren, en 1908, esa zona de la ciudad fue creciendo.

El Colectivo Chakiñán UIO La Colmena promueve una de las rutas libertarias que se impulsan en la zona, donde buena parte de sus calles tiene nombres relacionados con la batalla: General Miller, Cestaris, Gral. Florencio Olear, por nombrar algunas.

La agrupación hace recorridos desde hace ocho años. La ruta sale desde el museo de la Cima de La Libertad, baja por la calle Aguarico y pasa por Vista Hermosa.

Visitan talleres como la casa del artista Rubén Cóndor y la del último artesano de globos de papel, Jorge Moya. Pasan por Víveres Blanquita, una de las tiendas más antiguas, famosa por sus helados de mora y de chocolate.