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20 de septiembre de 2018 11:05

Vecinos del antiguo aeropuerto piden salida de club

Los vecinos de la zona piden que se reubique al local. Foto: ÚN

Los vecinos de la zona piden que se reubique al local. Foto: ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

La gente que vive en las inmediaciones del antiguo aeropuerto, en el norte de Quito, pide que se reubique definitivamente a un centro de diversión nocturna que funciona frente al Centro de Convenciones Bicentenario. Dicen que por las noches hay excesivo ruido, el sector se ha tornado inseguro y la basura se acumula y acumula.

Este Diario se reunió con un grupo de vecinos, quienes pidieron al Municipio que intervenga de forma urgente. Una moradora cuenta que se han colocado dos contenedores de basura, los cuales se saturan de desperdicios de ese local. “No les abastece dejan las fundas afuera (de las cajas), hay veces que se abren y los preservativos y papel higiénico se riegan por la calle”.

Ante ese panorama, los vecinos buscan reunirse con el alcalde Mauricio Rodas para exponerle sus inquietudes. Les preocupa que varios burgomaestres han pasado en los últimos 10 años y ninguno ha solucionado el problema.

Cuentan que por las noches hay peleas callejeras. A esto se suma que hay excesivo ruido que se produce al interior del night club. El volumen de los parlantes del establecimiento es muy alto y no les permite descansar. “Nos organizamos hasta con el padre de la parroquia, pero no tampoco podemos cerrarlo”, agrega la vecina. “Cierran uno o dos días, pero después lo vuelven a abrir”.

Les preocupa que un centro nocturno funcione frente al parque Bicentenario, a donde acuden niños y personas adultas mayores para distraerse, más cuando se inaugure el Centro de Convenciones Bicentenario. “Linda obra, pero al frente hay un centro nocturno”, enfatizó la mujer.

Otra moradora asegura que algunos clientes no utilizan los baños que funcionan al interior de ese establecimiento y hacen sus necesidades en la vía pública, lo cual genera malos olores. “Es terrible lo de la higiene (…) Una vez salió un hombre en estado etílico, se sacó un preservativo y lo arrojó en la calle. Yo pasaba con mis hijos y mis hijos se asustaron”.

Aspira que hasta diciembre se vayan con la inauguración del centro de convenciones. Un vecino se queja de la inseguridad en horas de la noche. Pide al Municipio que intervenga para reubicar a ese lugar y que se investigue la presencia de otros centros de tolerancia que funcionan en esos sectores de forma camuflada en viviendas.