En Quito sigue el tráfico de especies
Un perezoso de dos dedos se encuentra desde esta semana bajo cuidado del personal del zoológico de Quito.
Se trata de una hembra adulta que estaba abandonada cerca de un puente en Cotacachi (provincia de Imbabura), según reportó una vecina a la Unidad Nacional de Policía de Protección del Ambiente.
Los agentes se encargaron de trasladar al perezoso hasta el QuitoZoo. Los cuidadores de fauna silvestre mencionaron que esta perezosa llegó con algunas lesiones superficiales en partes de su rostro, como en su labio y ojos.
"Su pronóstico es reservado, pero nuestro equipo de especialistas ya efectuó varios chequeos, como radiografías, toma de muestras y un examen oftalmológico, para brindarle un seguimiento prioritario a su estado de salud y mantenerla estable", indicaron desde la Fundación Zoológica del Ecuador.
En 2021, el QuitoZoo recibió 224 animales, mientras que el año pasado fueron 391. Entre ellos arribaron tortugas, monos, aves, boas, lobas de páramo, cuchuchos, cóndores, caimanes, entre otros.
Los animales llegan al zoológico producto del tráfico de especies, la mascotización o la cacería.
La mayoría de ellos se encuentran en malas condiciones nutricionales y de salud; es decir que presentan lesiones, fracturas... Y las aves acostumbran tener sus plumas cortadas que no les permite volar. Por lo que, muy pocos pueden regresar a su hábitat natural.
Menos mal sí hay sanciones
Existen dos tipos de multas para los ruditos que cometen tráfico de especies y son administrativas y penales. La primera está contemplada en la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Protegidas y de vida Silvestre. Y la segunda, mediante el Código Orgánico Integral Penal (COIP) vigente. Esta última contempla prisión de hasta tres años para quien cause la muerte de una especie en peligro de extinción.
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