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21 de abril de 2017 15:22

Tradición en la Ruta Escondida

En el evento de lanzamiento del festival hubo la presentación de una danza tradicional andina. Foto: Ana Guerrero / ÚN

En el evento de lanzamiento del festival hubo la presentación de una danza tradicional andina. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Danzas tradicionales, comida típica y mucho color son parte de las tradiciones que se conservan en la Ruta Escondida. Este camino está conformado por cinco parroquias rurales del Distrito Metropolitano de Quito.

Atahualpa, Chavezpamba, Perucho, San José de Minas y Puéllaro son los anfitriones de la ruta y, de pasito, del festival número 11 para promover la iniciativa. En este festival también se aplica, como en las comunidades andinas, el priostazgo.

Este año, los priostes son los moradores de la parroquia Atahualpa. El 29 de este mes botarán la casa por la ventana. William Castelo, del gobierno de la localidad, invitó a toditos para que acompañen a la fiesta.

Este fin de semana también hay eventos para que pueda conocer de las costumbres de estos cinco lugares. En Atahualpa, por ejemplo, la tradición cuenta que era el lugar donde los indígenas descansaban después de las batallas.

La apertura del festival fue en Chavezpamba, donde los abuelitos fueron los encargados de arrancar la pachanga de la ruta. Estuvieron 12 grupos de adultos mayores.

Los priostes, en cambio, de entrada anunciaron que para cerrar el festival habrá tremenda feria. El día de cierre habrá una feria en Atahualpa. Vaya nomás aflojando la correa, porque va a haber harta comida típica y productos que se cultivan y elaboran en las cinco parroquias.

Perucho, por ejemplo, expondrá su famoso y exclusivo licor de mandarina. Atahualpa, en cambio, es la parroquia dura en producción de leches. No es así nomás, se producen entre 8 000 y 9 000 litros diarios.

En las cinco parroquias habitan aproximadamente 22 000 personas.

Para llegar desde Quito tiene dos alternativas. Verá que le estamos contando, no se irá a perder. Primerito se va largo por la Pana Norte, hasta pasar Guayllabamba y de ahí toma el desvío que hay en el puente del río Pisque.

La otra opción es por la vía Culebrillas (por la Mitad del Mundo). Después del festival también puede darse una escapadita.

Verá que en los programas del Festival de la Ruta Escondida habrá presentaciones artísticas. De cajón, habrá que agitar bien los zamarros y los pañuelos, porque la danza tradicional no se quedará fuera, al igual que se vio en la inauguración del evento.