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13 de mayo de 2020 11:13

‘Soldado azul’, con varias fracturas

El Municipio entregó una ayuda de alimentos a Bryan y su familia.

El Municipio entregó una ayuda de alimentos a Bryan y su familia. Foto: Captura

Ana María Carvajal
Redactora (I)

Tiene 23 años y se dedica a una de las tareas más importantes para mantener a los quiteños sanos, pero una de las menos apreciada por alguna gente. Bryan Darío Palma es uno de los recolectores de basura a pie de vereda de Emaseo. Ahora guarda cama.

El pasado 4 de mayo fue atropellado en Quitumbe por un hombre que conducía en estado de embriaguez y que lo dejó en estado crítico. Tras seis días en un hospital volvió a su casa para seguir su recuperación. Las dolorosas fracturas en su cadera y piernas y la necesidad de reposar a raíz de una cirugía de seis horas de duración no le permiten trabajar en las calles.

Pero el joven tiene muchas ganas de reencontrarse con sus compañeros, a quienes les envía palabras de apoyo y cariño. Los extraña. “Quiero meter todas las ganas y todas las fuerzas para salir adelante, volver a caminar y estar otra vez con mis compañeros, los soldados azules”, dice.

Vive en Santa Rosa de Chillogallo y es hijo de una familia humilde que recibió con miedo la noticia de que esa noche, a las 21:30, el más joven de la casa había sido atropellado.

En un video difundido por el Municipio, cuenta que tenía una funda de basura en la mano que iba a cargar al recolector cuando vio que una camioneta se le venía encima.

Él quedó atrapado entre el recolector y la camioneta que era conducida por una persona que, además de ir pasado de copas, había violado el toque de queda. El susto que se pegó el conductor del recolector quedó grabado en un video de seguridad de la cámara que hay en la cabina.

Ahí se ve que él baja apresurado a ver qué pasa. Regresa asustado a la cabina, saca la radio y repite: “señor Zeus, señor Zeus, copie, mi jefe. Necesito una ambulancia de urgencia, aquí en la principal”. Estaban en Quitumbe y él pedía auxilio para su compañero, que yacía en el piso.

Daysi, la hermana de Bryan, contó que una señorita llamó a decirle que su hermano había sufrido un accidente. Su humilde casa se ubica en Chillogallo. Toda la familia se puso mal. Les indignó que algo así ocurriera, más aún en toque de queda, cuando supuestamente las personas no deberían salir en sus autos a partir de las 14:00. “Pero la gente no entiende, no hace caso, y por la irresponsabilidad de muchas personas le pasó lo que le pasó a mi hermano”, dice la mujer.

En la mañana previa al accidente, Bryan había visitado a sus padres y les llevó algunas provisiones, pues ellos padecen enfermedades crónicas y dependen de su sueldo.

El joven sabe lo que significa su trabajo para la ciudad y desde su cama se dirige con orgullo a sus compañeros: “Somos los héroes de Quito. Gracias a nosotros no se contamina la ciudad y tenemos la ciudad limpia. Les quiero mucho”. Y les promete estar pronto junto a ellos.