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30 de enero de 2019 08:52

Un torbellino se metió a la cancha de Collacoto

El torbellino se formó en plena cancha de la Liga barrial de San Miguel de Collacoto. Foto: captura de video

El torbellino se formó en plena cancha de la Liga barrial de San Miguel de Collacoto. Foto: captura de video

Redacción Últimas Noticias
(I)

No hay otro tema del que se hable entre los vecinos de San Miguel de Collacoto: el torbellino que se originó en la cancha de fútbol que, cada fin de semana, se llena de jugadores e hinchas.

Era domingo 27 de enero del 2019, alrededor de las 10:00, cuando del piso de tierra de la cancha se levantó un remolino de viento y se elevó al cielo, rememora María Encarnación Bonilla.

La vecina, que recién se pasó a vivir a ese sector del suroriente de Quito, cuenta que, como nunca, se fue a ver jugar a su parentela y cuando comenzaron a llegar los jugadores ocurrió ese fenómeno natural.

El espectáculo causó sorpresa entre todos, pero los guambras fueron los más encantados porque nunca habían visto semejante cosa, comenta. Los grandes, en cambio, se pusieron a grabar en sus celulares.

El sector es muy activo con la liga de fútbol. Cada fin de semana hay partidos con equipos de Obrero Independiente, Alma Lojana, San Juanito, Auqui de Monjas, entre otros.

Rosalinda Maila, una vecina antigua, asegura que los torbellinos no son cosa del otro mundo en esta barriada que, asegura, tiene 250 años. “Son frecuentes por estos lados; de guambras corríamos tras de ese viento color tierra que se llevaba pequeños palos…”.

Cristian Rivera, gestor de Riesgos, recomienda alejarse de los torbellinos que, como coincide la vecina, son normales. Claro que con el calentamiento global son más frecuentes y podrían ser de cuidado.

Si ocurre en una cancha, aconseja retirarse y taparse la nariz y la boca.
Si ocurre mientras maneja, encienda las luces, reduzca la velocidad y oríllese a la derecha de la vía.

Otro tema a tomar en cuenta: asegurar bien los techos de zinc o tejas porque la fuerza del torbellino suele llevárselos. Hay que estar pilas, porque incluso botan árboles cuyas raíces estén podridas; también pueden arrastrar antenas y rótulos, por eso hay que sujetarlos bien.

Si bien son fenómenos normales, hay algunos que pueden alcanzar una velocidad de hasta 70 km/h. Y no es que solo pueden nacer en San Miguel de Collacoto, asegura Rivera, sino en todo Quito. Se pueden reeditar en sectores como La Morita, donde sopla un viento tan bravo que puede estar llevándose a los flaquitos; se suman zonas como Pisulí, Intervalles, Guamaní… lugares donde abundan las laderas.

Rivera recuerda que estos torbellinos son característicos de la época, las corrientes calientes chocan con las frías y ¡zas!: torbellinos.