Telemedicina en Miranda Grande
Susanita es una mujer que está por cumplir un siglo de vida. Vive en la comuna Miranda Grande, parroquia de Amaguaña, y su salud está delicada. Por eso, Cristian Rivera, paramédico y docente universitario, fue corriendo a revisarla.
Justo ayer martes, nuevamente fue a verla y le hizo unos exámenes del corazón, ahí mismo en su humilde casita. Todo gracias al apoyo de la Universidad Central del Ecuador (UCE) a través del programa ‘Estamos contigo’, cuyo objetivo es brindar evaluación prehospitalaria a adultos mayores y personas con discapacidad.
Esa es la primera línea de ayuda, pues con la plataforma Zoom se ofrecen capacitaciones sobre manejo de ansiedad en la cuarentena, reducción de riesgos en casa y aprovechamiento del espacio libre. Allí dan sus aportes médicos, psicólogos y paramédicos.
Los vecinos de Miranda Grande se habían organizado para cuidar a 35 adultos mayores y personas con discapacidad de su zona. Ellos no quieren salir de su tierra porque no tienen cómo movilizarse y no quieren contagiarse con el fiero covid-19, comenta Rivera.
Y como él es paramédico y bien comedido, la vecindad le pidió ayuda e inmediatamente fue a la comuna a revisar a los viejecitos. Lo triste: encontró casos con enfermedades preocupantes y la telemedicina les cayó del cielo.
En días anteriores, Rivera realizó otro tipo de ayuda en estos días de cuarentena. Se ofreció a hacer la compra a un grupo de adultos mayores de zonas rurales, que por su edad y sus problemas para movilizarse tenían un doble riesgo de un contagio.
Abril ha sido un mes de verdad de ‘aguas mil’, en el cual agarrar un resfriado no es nada difícil. Esto, sumado a la emergencia sanitaria, vuelve más vulnerables a los ancianitos y personas con algún problema de movilidad acceder a una atención médica de calidad. No hay buses, los vehículos particulares son escasos... ¿En qué otra forma pueden cuidar su salud, si no es con apoyos solidarios como estos?
Desde el lunes comenzó haciendo electrocardiogramas por Internet; es decir, Rivera llevó la máquina para los adultos mayores con signos vitales alterados, sobretodo de la presión arterial. Además de la UCE, un grupo de cardiólogos de InCorazón apoya con todo esto.
El procedimiento es sencillo: Rivera sube a la comuna y hace citas para hacerles los electrocardiogramas que, casi de inmediato, envía por Internet al grupo de cardiólogos de InCorazón.
En una hora está el resultado y viene el tercer paso: el especialista se conecta por videollamada y conversa con el paciente. Todo el procedimiento es gratuito.
Para llegar a Miranda Grande, Rivera tiene que caminar dos kilómetros rumbo a la montaña, ubicado por las laderas del parque Metropolitano del Sur. Siempre va en compañía de su perro Dino.
Ya ha revisado a los 35 pacientes y a todos les tiene que hacer electrocardiogramas, pues también hay personas con discapacidad. Por ejemplo, en ese grupo está Valeria, de 22 años y en silla de ruedas.
Luego de operarle de la cabeza, la joven se quedó con una discapacidad del 70% y el programa ‘Estamos contigo’ de la UCE le está ayudando con videos para que haga rehabilitación.
Ese es uno de los casos más críticos, menciona Rivera, por eso le pone mucha atención para que gane masa muscular.
“Cuando llegue a su casa, lo primero que hizo Vale fue abrazar a mi Dino y se puso feliz”, ni zona a los monitores que se pone en el pecho de los pacientes para vigilar su corazón, apostilla el samaritano. Antes de bajar, los vecinos le bendicen a Rivera y su perro Dino los mira con atención y luego ladra sin cesar, como diciendo: mañana regreso a Miranda Grande.
