Los chicos despejan sus dudas
Hace unos días atrás se lanzó la campaña Son mis decisiones y me importan, de la mano de la Prefectura de Pichincha.
Esta iniciativa intenta enseñar a los chicos acerca de derechos sexuales y reproductivos, disminuir los casos de violencia sexual y fortalecer la prevención del embarazo adolescente.
Andrea Ávila, directora de Derechos de la Prefectura, comenta que previamente organizaron una mesa de diálogo con jóvenes, adolescentes y niños de la provincia para identificar sus necesidades más urgentes.
A lo que ellos manifestaron que era el tema de educación sexual, pues estaban preocupados por el aumento de embarazos adolescentes, la falta de información sobre el tema y el desconocimiento al acceso de anticonceptivos.
Además, se identificaron como problemas transversales el que los chicos no podían hablar de estos temas con sus padres, el aumento de casos de violencia sexual y digital, y la forma en que eso les afectaba.
Una situación que con la llegada de la pandemia y la escasa socialización se tornó más oscura.
Es por ello que la Prefectura decidió tomar cartas en el asunto y elaboró un programa que abarca talleres de formación sobre salud sexual y reproductiva.
El plan va con atención médica especializada, charlas de planificación familiar en los 11 centros de salud Pichincha Humana y el Centro Guambras Pichincha, ubicado en Solanda.
“Entregamos anticonceptivos y píldoras del día después de manera gratuita. Y acompañamos el proceso con atención personalizada”, indica Ávila.
Esto quiere decir que los chicos se encontrarán en las casas de salud con un equipo capacitado en prevención de embarazo adolescente, que sepa orientarles de forma adecuada.
Brenda Chachalo, de 17 años, se enteró de las capacitaciones por redes sociales y está interesada en aprender más sobre educación sexual.
“Hay temas de los que no nos hablan claro y este curso propone hablarnos sin ningún tipo de tabú”, comenta la joven.
“Los talleristas son personas alegres y divertidas y eso nos genera confianza y nos sentimos cómodos. Son también jóvenes y se adaptan a nuestra edad y a lo que queremos conocer”, agrega Brenda.
Mateo Pérez, de 14 años, también coincide con su compañera en que las clases son didácticas. Y es que, según dice, se sale de lo típico que hacen en las aulas del colegio, en donde el ‘profe’ habla, los estudiantes escuchan y así se termina la hora clase.
“Aquí, el alumno le enseña al profesor y el profesor al alumno”, cuenta Mateo, quien destaca esa metodología del taller. Él reconoce que no conoce mucho sobre educación sexual y le gustaría aprender más.
Timoteo Valencia, de 17 años, tampoco considera haber recibido información oportuna sobre el tema.
“Agradezco mucho este taller. Mi profe es joven y eso ayuda a que podamos conversar, sin que nos dé miedo o vergüenza ”, dice. Él les avisó a sus amigos sobre este curso para que también se apunten.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), más de 41 000 niñas y adolescentes, entre 10 y 19 años, se convierten en madres cada año en Ecuador, que lo ubica como segundo país de la región con más casos de embarazo adolescente.
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