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18 de julio de 2019 09:47

Sentencia llegó tras siete años

Elizabeth Rodríguez (centro), cuando estaba a la espera de oír el fallo. Foto: Twitter de la Fiscalía

Elizabeth Rodríguez (centro), cuando estaba a la espera de oír el fallo. Foto: Twitter de la Fiscalía

Redacción Últimas Noticias

Desde la mañana había gente a las afueras del Tribunal de Garantías Penales para conocer el desenlace del proceso. Y un poco después de las 17:00 del 17 de julio del 2019, el pastor Jonathan C , acusado por el delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte de Juliana Campoverde, fue condenado a 25 años de prisión.

La jueza Sara Costales dispuso USD 100 000 como reparación económica. Esta cantidad será dividida entre las dos acusaciones particulares Elizabeth Rodríguez y Absalón Campoverde, quienes son los padres de la víctima.

Además la magistrada ordenó, como reparación simbólica, el cierre de la Iglesia Oasis de Esperanza. También dispuso a la Fiscalía y a la Policía Nacional que atienda los casos de mujeres desaparecidas desde un enfoque de género.

Sin embargo, la solicitud de continuación de la búsqueda del cuerpo de la joven no fue aprobada por la jueza Costales.

En la audiencia que se realizó el 17 de julio en el Complejo Judicial Norte, el Tribunal escuchó a los dos últimos testigos de la defensa de Jonathan y los alegatos finales. El procesado se acogió a su derecho al silencio.

Juliana Campoverde desapareció el 7 de julio del 2012, en el sector de la Biloxi, al sur de Quito. Las pruebas presentadas en la audiencia corroboraron que el guía espiritual fue la última persona que vio a la joven. Los magistrados determinaron la responsabilidad del acusado en la desaparición de Juliana.

Los defensores de la familia Campoverde presentaron 35 testimonios, pruebas documentales y pericias que fueron validados por la jueza del caso. Los abogados del pastor llevaron a cuatro testigos.

Tras oír la sentencia, se registraron incidentes entre los presentes.

Según el padre de la joven, Absalón Campoverde, la gente que les apoyó en todo este proceso reaccionó al escuchar la sentencia e intentó golpear al pastor, y además empujaron a los familiares del sentenciado.

Los agentes penitenciarios evacuaron al religioso, y los policías que se encontraban en la sala de audiencia evitaron que se acerquen a él.

La reacción de las personas “fue por la ira, indignación e impotencia, porque durante siete años él negó los hechos y la justicia descubrió que él era el culpable”, dijo Campoverde.

También indicó que la lucha no termina, porque seguirán en la búsqueda del cuerpo de su hija.

Al conocer el fallo judicial, la madre de Juliana, que portaba retratos de su hija, lloró y abrazó a un familiar que estaba con ella.