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26 de marzo de 2018 08:51

Sarzosita se reanima con los recuerdos

El actor quiteño ha recibido reconocimientos por su trayectoria. Foto: archivo ÚN

El actor quiteño ha recibido reconocimientos por su trayectoria. Fotos: archivo ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

En un sofá junto a una cama de hospital, Óscar Guerra, el eterno y querido Sarzosita, sonríe al recordar sus días en las tablas. A los 7 años ya caminaba por los rincones del Teatro Sucre y llegó a ser uno de los personajes emblemáticos del teatro quiteño y del país.

Sarzosita tiene 92 años, y el sábado 17 ingresó a una casa de salud con bronconeumonía. Además, padece párkinson. Hasta antes de ser hospitalizado, los últimos años los pasó en un hogar para adultos mayores, en Miraflores.

La tos y la agitación se hacen a un lado cuando de contar su historia se trata. Eso sí, antes deja claro que es un “quiteño nacido en el corazón de la ciudad”.

Con sus ojos vivarachos, sin dificultad para encontrar sus recuerdos, relata que se fijaba en los personajes de las películas que proyectaban en el Sucre.

Allí su padre era tramoyista. Por eso, como dice su hermano Marcelo (el Mago Marcel), “éramos ratas del teatro”, refiriéndose a las horas que pasaban allí.

Es un lector incansable. En la actuación, Óscar Guerra tuvo una trayectoria cercana al medio siglo.

Es un lector incansable. En la actuación, Óscar Guerra tuvo una trayectoria cercana al medio siglo.

A Sarzosita siempre le gustó el teatro y luego de estar pilas en las cintas, iba a la casa 15-60 de la García Moreno, y ensayaba las escenas con santo y seña.

¿Maestro?, “no tuve ningún maestro”, exclama al revelar su técnica de aprendizaje y, de paso, deja sentado que a los 18 años fue jefe de escenario del Sucre.

El relato da un giro cuando llega al capítulo con el que sería su compañero inseparable: Ernesto Albán, Don Evaristo. “A todos lados íbamos juntos”.

La compañía de Albán, se presentaba en el Sucre y ambos hermanos, de entrada Óscar, se unieron. Primero “fui El Gringo”.

Sarzosita hizo teatro, cine, radio y televisión.

Sarzosita hizo teatro, cine, radio y televisión.

Hace una pausa para argumentar su decisión de vida: “La comedia es la cosa más difícil y más bonita. Para hacer reír hay que tener una calidad brutal”.

Regresa al relato y comenta que “había otro Sarzosita”. Pero él se quedó con el personaje de las estampas quiteñas. Se agita un poco, pero, bien seguro, responde: “Hablar me hace bien”.

Aunque no recuerda las fechas exactas, están claritos los días en los que viajaba por el país con la compañía. Fue a Cuba y a varios países de Centroamérica.

Sus habilidades de actor estuvieron presentes en reuniones familiares. No faltaron las declamaciones. Sandra Montúfar, su sobrina, a un costado de Óscar, resume el talante de su tío: “Es un caballero”, al que le encantan el tango, los mariachis y la fritada.

“Las anécdotas son muchas”, repite Óscar con un suspiro entrecortado, minutos después de escuchar la noticia de que el viernes no recibiría el alta y no volvería a su hogar.