Santas apoyaron en los 22 km del Metro
Frutas, flores y velas son las ofrendas que reciben las tres imágenes de Santa Bárbara, las protectoras de la construcción del túnel del Metro de Quito.
El ducto está terminado, solo le dan los últimos toques, pero, por creencia, las estampas acompañarán a los trabajadores hasta poner el último detalle.
Hay una Santa, de unos 65 centímetros de alto, por cada una de las tres tuneladoras que construyeron el camino de 22 kilómetros del Metro de la ciudad: La Guaragua, La Carolina y Luz de América. Cada una tuvo su ceremonia de bendición y fue colocada en una urna de madera.
Una de las Santas está en el ingreso al túnel en la parada La Magdalena, en el sur de la urbe. En este espacio, hasta manzanas le ponen los trabajadores como ofrenda por la protección en la labores diarias. Ella es la patrona de los excavadores. La otra está en la estación La Carolina y la restante, en Solanda.
En esta última parada, por ejemplo, en el inicio de la operación de la Luz de América, la bendición estuvo a cargo del sacerdote Alfonso Chávez.
Esta tuneladora fue la última en terminar su trabajo y el martes pasado llegó a El Arbolito. Esta tuvo la prueba de fuego al pasar por el Centro Histórico, especialmente, a la hora de llegar a la estación San Francisco. La primera tuneladora en partir, en el 2016, y en llegar fue La Guaragua.
Santa Bárbara fue una mártir flagelada, desgarrada con rastrillos, colocada en un lecho de trozos de cerámica y quemada con hierros candentes. Con decirle que tan terrible fue su destino, que, por último, fue decapitada por su propio padre. Ha sido la patrona de militares, artilleros, otros que trabajaban con explosivos, mineros y trabajadores de canteras.
La imagen, apunta Mike Vassallo, coordinador de las excavaciones subterráneas del tramo sur del Metro, los ha cuidado con todas las de ley durante los trabajos. Recuerda la muerte de uno de los técnicos y lo lamentable que fue para el equipo.
Sin embargo, tras una baja significativa, la protección se mantuvo bien firme. En uno de los picos de la obra, trabajaron más 400 personas. Estas fueron disminuyendo a medida que se iban completando las labores de construcción del sistema de transporte.
La elaboración de las tres imágenes fue encomendada a un artesano del norte de la capital.
Esto, a decir de Vassallo, vuelve más significativa la permanencia de las imágenes en la obra, pues tienen sello ecuatoriano. Y para completar, la fecha de celebración de la Santa, el 4 de diciembre, casi coincide con las fiestas de Quito.
Además, el técnico apunta que Santa Bárbara tiene otra relación con el país, pues el medallón que usaba durante su martirio, que por años andaba perdido, fue encontrado en una parroquia de Portoviejo. Vea nomás.
Todavía no está definido el destino que tendrán las tres imágenes de las santas una vez que sean retiradas de la obra.
Una opción podría ser colocarlas en alguna de las estaciones, o en un museo, pero tocará esperar.
