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22 de noviembre de 2019 18:08

Santa Rita florece en el sur de Quito

En el barrio del sur de Quito, aún se conservan elementos de la antigua hacienda, donde se levantaron las viviendas. Foto: Galo Paguay / ÚN

En el barrio del sur de Quito, aún se conservan elementos de la antigua hacienda, donde se levantaron las viviendas. Foto: Galo Paguay / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

En Santa Rita, sur de Quito, las casas se levantaron sobre un pantano. Los vecinos daban un paso, sacaban un pie y se hundía el otro. Pero eso no detuvo a las primeras familias que llegaron a vivir en el sitio que, en principio, fue una hacienda. Con decirle que hasta ahora se conserva el silo donde almacenaban los granos en la propiedad.

Vecinos antiguos hay hartos. Solo para pasar revista de algunos: Rosario Marcalla, Luis Mora, José Quimbita, Zoila Sandovalín y tantos otros. Eso sí, toditos recuerdan que arribaron después de la lotización.

Para que llegue el agua se cavaron pozos. Algunos vecinos aún los conservan y se abastecen de ellos cuando no hay suministro de agua potable.

La primera iglesia del barrio se levantó con tablas, y el piso era de tierra. El templo se mejoró y ahora se levanta al filo de la avenida principal, la Cusubamba. Antaño, en ese espacio, dice Gustavo Quishpe, tesorero del barrio, amanecían los animales que tenían los vecinos.

Eso sí, la patrona es la mismita: Santa Rita, la que hace florecer las rosas. Y sí que hizo progresar al barrio. Ahora es, como resume el presidente, Julio Campaña, comercial y con gente de ñeque. Está el grupo de abuelitos y el colectivo Arte y Libertad.

Uno de los condumios del barrio: las misa de los domingos, de 10:00 y 18:00, con danza incluida.

Historia del nombre

El barrio lleva el nombre de una religiosa, Santa Rita. Ana Yuquilema, secretaria del lugar, cuenta que se bautizó al barrio con este nombre debido a que la dueña de la antigua hacienda donde se levanta el barrio era muy devota de esta santa.

Los vecinos se saben la lección sobre la historia de dicho personaje: su esposo y sus dos hijos fallecieron. Al quedarse sola intentó ingresar a la vida religiosa. Le puso ganas a esa consigna, pero en dos ocasiones no la admitieron.

Ya en el monasterio se clavó una espina en la frente, y la herida no sanaba. De una cayó enferma y pidió que le consiguieran rosas. En Italia había un fuerte invierno, así que no fue fácil conseguirlas. Sin embargo, hallaron un rosal, lo sacaron, lo plantaron al pie de la ventana de la santa y este floreció. La ‘casa oficial’ de Santa Rita en Quito es San Agustín.

El lugar emblemático

La iglesia se levantó con pura minga 

Redacción Últimas Noticias (I)

La primera iglesia del barrio era bien humilde. La actual ya es ‘guapeada’, y se levantó con mucha colaboración.

Gustavo Quishpe, uno de los dirigentes del barrio, cuenta clarito que el actual templo arrancó de la mano del famoso y recordado Padre Carollo.

Los vecinos sacan cuentas de los años que lleva en pie la iglesia. Al ojo calculan que tiene, bajito, unos 35 años. De lo que sí tienen certeza es que hubo unas buenas mingas.

La iglesia de Santa Rita se encuentra en la Cusubamba. Foto: ÚN

La iglesia de Santa Rita se encuentra en la Cusubamba. Foto: ÚN

El fruto de tremendo esfuerzo está a la vista, en la Cusubamba y Guanando. En la iglesia se resguarda la imagen de la patrona del barrio, Santa Rita.

En las misas de los domingos hay aspectos especiales, como para que los fieles no vayan con caras largas y salgan felices.

El templo tiene un compañero, el silo que quedó desde la época en la que los terrenos del barrio eran una hacienda. Caminando por un barrio con casas modernas, de pronto, se encuentra con una edificación antigua. Ni qué cuento de fantasía.

En más de una ocasión, el silo ha sido el punto de encuentro de los vecinos del barrio. No hay un buen oriundo de Santa Rita que no lo conozca. Y cómo no, si se ve a lo lejos. En un predio aledaño, se reúne el grupo de adultos mayores. Le entran al baile, manualidades y a recordar anécdotas.

Las canchas son otro punto infaltable en el tour por Santa Rita. Tucos y reñidos partidos se han jugado en esos escenarios deportivos.

El personaje

Cuatro tomos del barrio Santa Rita

Redacción Últimas Noticias (I)

Luis Aníbal Mora, José Quimbita Proaño, Teodora Puma y Zoila Sandovalín son algunas de las joyas de Santa Rita, en el sur de Quito. Haga de cuenta que son el libro ‘Terruño’ del barrio, pues saben con santo y seña el recorrido del lugar.

Luis recuerda clarito que fue de los primeritos en llegar a lo que antaño fue una especie de pantano. Corría el año 1964. Compraron los terrenos con facilidades de pago: 12 mil sucres los 1 000 metros cuadrados. De 250 era la entrada. En ese camino, él se destacó por acolitar a gestionar algunas obras.

José, más conocido como ‘El Quimbita’, vive en el barrio desde hace 55 años. Cuando él llegó al lugar, se topó con que estaban delimitando los terrenos. En ese tiempo, vivía en San Sebastián, barrio del Centro Histórico de Quito.

Luis, José, Teodora y Zoila son unos tesoros. Foto: ÚN

Luis, José, Teodora y Zoila son unos tesoros. Foto: ÚN

Se enteró de la lotización por un compañero de trabajo. Se animó y se quedó a vivir. Claro que lejos quedó la mediagua, ahora tiene una guapa casa en la calle Balsas.

Teodora, en cambio, llegó al barrio desde La Magdalena. Ella recuerda que había un establo. Cuenta que sus seis hijos crecieron en el barrio.

Los vecinos la llaman ‘Finita’, y es famosa porque hasta hace tres años vendía un rico mote. La sazón de la mujer sigue siendo bien nombrada.

Por su parte, Zoilita, de 86 años y conocida como doña Zoilita, es de Sangolquí. Pero, por un trabajo, ella y su esposo llegaron y no se fueron más.

La hueca

La Cuchara Manaba está en Santa Rita


Redacción Últimas Noticias (I)

El sabor es una tradición y queda demostrado en La Cuchara Manaba, la hueca de Santa Rita. El negocio, liderado por Jennifer Zambrano, tiene un año y nueve meses en el barrio y se ha ganado los paladares de vecinos, comerciantes y conductores de buses.

Jennifer cuenta que la sazón llegó desde El Carmen, tierra de donde es oriunda su familia. Ella es la tercera de cuatro hermanos, con un origen humilde y un legado de mucho trabajo.

La familia vivía en el campo y luego se fueron a la ciudad. La mamita de la casa, Amalia Loor, abrió un restaurante. Preparaba recetas como caldo de gallina criolla, al estilo costeño. Luego se vinieron para Quito.

Jennifer es una emprendedora con sabor. Foto: Galo Paguay / ÚN

Jennifer es una emprendedora con sabor. Foto: Galo Paguay / ÚN

Jennifer cuenta que hace ocho años llegó directito a Santa Rita. Y hace un año nueve meses abrió el restaurante, en la av. Cusubamba y Balsas.

Con mucho esfuerzo y el apoyo de una persona cercana a la familia lograron adquirir el local. El negocio lo pusieron a andar entre Jennifer, su madre, su papá, Orlando Zambrano y su esposo, Darwin Moreira. Ahora trabajan dos personas en la cocina, dos en el salón y Jennifer.

Una vez en el ruedo, las especialidades del negocio son el bolonazo (con harto chicharrón), arroz perico, tigrillo, secos, pescado en salsa de maní y mucho más. Atienden de 06:30 hasta las 16:30. El sabor llegó lejos y entregan platillos a empresas, operadoras de transporte y siguen creciendo.