Ruditos no paran pese a clausuras
No mismo, algunitos siguen considerando que la emergencia sanitaria es momento para hacer fiestas, especular en los precios o activar locales como discotecas.
Solo la Intendencia de Pichincha, en Quito, lleva 700 operativos. En esas jornadas, en las que participan policías, comisarios, entre otros, se han clausurado 28 establecimientos. El 6 de julio del 2020 fue el turno de una tienda, en la Vicentina Baja, donde se vendían bebidas alcohólicas y no contaban con permisos.
Y ya van 14 detenidos: 13 por especulación de precios y uno, el fin de semana, por romper el sello de clausura de un centro de tolerancia, en el sector Guamaní.
Eso solo en lo que le compete a la Intendencia. La Agencia Metropolitana de Control (AMC), en cambio, ya supera 560 clausuras.
La intendenta de Pichincha, Daniela Valarezo, expresa su preocupación debido a que se incumple la prohibición de realizar reuniones, las restricciones de movilidad y el funcionamiento de locales que no tienen autorización, como burdeles y discotecas.
Se han topado con burdeles con alta concurrencia y hasta con tiendas locales de comida que venden alcohol.
En todo Pichincha, hasta el sábado, la Intendencia había revisado 26 700 locales. Hubo 64 clausuras de bares , billares, burdeles, tiendas, restaurantes, licoreras, discotecas, micromercados. Otros 39 fueron suspendidos. Súmele 136 eventos frenados.
La AMC informó que los sitios más conflictivos son: Centro, Chillogallo, La Ecuatoriana, Chilibulo y Calderón. 300 funcionarios van a estos operativos.
Denuncias.
La comunidad puede alertar sobre actividades fuera de la ley llamando al 911 o escribiendo a las redes sociales @Inten_Pichincha y @amcquito.
