Robos preocupan en la cooperativa Pisulí
Los robos y asaltos causan preocupación a los moradores de la cooperativa Pisulí, ubicada en el noroccidente de Quito.
Segundo Campoverde, uno de los vecinos, asegura que grupos de desconocidos asustan a la gente con su actitud agresiva.
A su criterio, la comunidad debe unirse y ayudar a la Policía porque esta no alcanza a cubrir las necesidades de todo el barrio. Además, es primordial que en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) permanezca un agente de forma permanente para atender al público.
Otros vecinos coincidieron que la zona de la parada de buses es peligrosa ya que desconocidos roban a los transeúntes. “La Policía hace patrullajes, pero no es suficiente, se ha rebasado el control”, manifestó Campoverde.
Otra queja es que los baños públicos ubicados junto a la concha acústica del parque Curiquingue están abandonados y se han convertido en un punto de acumulación de basura.
Hay botellas y fundas plásticas, zapatos de mujeres, carteras, mochilas, papeles, bolsas con cemento de contacto, etc. Los inodoros, lavabos y urinarios están rotos, así como las baldosas. Las paredes están grafiteadas con letras y figuras amorfas.
La gente indicó que allí se esconden desconocidos para consumir droga, lo cual genera inseguridad.
Javier Portero, vecino, dijo que los niños de una escuela del sector son víctimas de los robos. “Les quitan las mochilas cuando no les entregan dinero”.
