Residuos de construcción con nueva vida
Delia Bercela es gestora ambiental desde hace unos 30 años, empezó bien guambrita. Esperaba a que las personas sacaran sus desechos para recuperar el material reciclable. Hoy, es una de las integrantes del plan piloto que impulsa la Secretaría de Ambiente y Constructores positivos, para el manejo responsable de los residuos de construcción.
Ya desde hace unos tres años que la mujer vio en recolectar residuos de materiales de construcciones una fuente de ingresos rentable. Ella entabló contacto con encargados de las obras y ahora le alertan cuando hay material disponible. Así ya va a la fija.
Varillas, tubos, otros fierros, latas, cartón y más están en la lista de productos. Pone un ejemplo, por unos 80 kilos recibe unos USD 30 a 35. Los precios de los materiales no son fijos, cuenta la gestora. Lo que sí es seguro es que ya no tiene que esperar fuera de una casa o peregrinar para tener su sustento. Ella trabaja en sectores del norte, como Carcelén.
Lo hace con su esposo y otra mujer. Por esa experiencia se unió al plan piloto. El lanzamiento oficial de esta propuesta se hará próximamente.
El secretario metropolitano de Ambiente, Juan Carlos Avilés, detalla que la propuesta tiene líneas claras: ambientales, descongestionar las escombreras, reducir prácticas como botar residuos en quebradas y, claro, apoyar la economía circular, que, entre otras cosas, procura extender el uso de todo objeto.
Agrega que el piloto empezó en dos edificios de la capital, a finales de octubre. La meta es que se sigan sumando miembros del gremio de la construcción y gestores ambientes.
Se buscará que en los barrios se genere esa dinámica. Si alguien está construyendo pueda contactar al reciclador del sector o, a su vez, a líderes barriales.
En Quito, hay alrededor de 3 600 recicladores, entre regularizados y no, con sus respectivas familias.
En el plan piloto se levantarán datos para tener más claridad sobre los alcances y así establecer medidas permanentes en el Distrito.
Constructores Positivos es un colectivo que agrupa a varios actores de la cadena productiva de la construcción. Para la implementación del plan se realizó una mesa técnica.
Daniel Elmir, exponente del gremio de la construcción, quien es parte de la propuesta, añade que se trata de una inversión ambiental a mediano y largo plazos. Y, a la par, colaboran con los gestores ambientales. Llama a más miembros del sector a sumarse a la propuesta.
El proyecto se basa en la separación y recolección selectiva de residuos como acero, plástico, cobre, entre otros. Todo eso se hace por medio de una gestión técnica donde se involucra a empresas proveedoras de materiales, sin descuidar el componente social.
Para Avilés, el proyecto permite identificar a los proveedores que se encuentran en capacidad de reutilizar sus propios escombros o residuos de materiales de la construcción y volverlos aprovechables.
La empresa privada tomó la iniciativa de colocar contenedores. La premisa es que se replique en todas las constructoras que se van uniendo al proyecto.
