El rescatador de perros
Tres jaulas grandes, dos pequeñas, un par de guantes, unas pocas correas y muchas ganas de ayudar. Este es el equipo pesado con el que cada mañana, desde hace 13 años, Luis Bejarano se alista para salir al rescate de los peludos de la ciudad.
El celular suena en repetidas ocasiones y, como si de un superhéroe se tratara, Luis sale al auxilio de perros o gatos. Él empezó como voluntario en Protección Animal Ecuador (PAE) y luego de unos meses se quedó de planta.
Hay tantas historias por contar, y tantos casos, recuerda el hombre de 33 años, mientras conduce una camioneta blanca rumbo al primer rescate del día.
Un perro recién nacido fue hallado al costado de la autopista General Rumiñahui. Una mujer se detuvo y lo levantó. De inmediato se contactaron con PAE y Luis acudió al llamado. Su jornada empieza a las 08:30 y se extiende hasta las 17:00. Sin embargo, él sabe que debe estar listo a cualquier hora y para las que sean. Su familia también lo sabe.
El joven, quien en su casa tiene una perra y dos gatos rescatados por él mismo, toma al cachorro y cuidadosamente lo coloca en una jaula. Eso sí, bien abrigadito.
El día apenas comienza y la siguiente parada es en El Pinar, en el norte de Quito. Un perro, con la espalda lastimada, era su siguiente caso en la jornada. La próxima parada era en La Magdalena, donde un perro fue atropellado.
En el trayecto, Luis recuerda un rescate que tiene muy presente. Hace dos años, un perro fue lanzado a una quebrada, pasó varios días allí. Como el sitio era de difícil acceso, la gente del sector le botaba comida. Pero no podían entrar ni el perro salir. Así que con sogas y ayuda de la comunidad lo sacaron.
Recuerda también el rescate que él, sus compañeros y voluntarios realizaron en un botadero por Ambato. La alerta fue que había como 500 perros. Sacaron canes adultos y cachorros. Como esa historia hay tantas y de varias de ellas tiene recuerdos en sus brazos. En varias ocasiones le ha tocado ayudar a perros violentos.
Al año llega a rescatar entre 800 y 1 000 animales, entre perros y gatos. Para los auxilios hay algunas consideraciones, pues, cuenta, su labor no es recoger todos los animales que estén en la vía. La prioridad son aquellos que están en malas condiciones de salud, en labor de parto, atropellados o como el cachorro de la autopista.
Luis estudió ingeniería ambiental por dos años. No obstante, decidió quedarse de ‘auxiliador’. En esta tarea conoció a su esposa, quien trabaja en PAE. Ambos son parte de un equipo de comprometidos con los animales.
