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30 de octubre de 2018 09:15

El pueblo le canta a Marianita

Las monjitas del Carmen Alto posan junto a dos de los integrantes del Coro de la Cofradía Santa Marianita. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Las monjitas del Carmen Alto posan junto a dos de los integrantes del Coro de la Cofradía Santa Marianita. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán
(I)

Hay sanjuanitos, albazos, pasacalle, tonadas… Son 10 canciones dedicadas a Santa Marianita de Jesús. Y justo mañana, 30 de octubre del 2018, habrá una ceremonia especial para conmemorar los 400 años del natalicio de la también llamada Azucena de Quito.

Se incluirá el lanzamiento del disco ‘Las voces del pueblo cantan a la santa quiteña’. Dentro del CD están temas como: Enamorada de Cristo, Mariana de los pobres, Horas de cielo, Que viva, viva la Santa, Ante tus reliquias, La Santa Quiteña, Mi Quito tiene una Santa, Peregrinación…

Marianita fue nombrada la primera santa ecuatoriano y heroína nacional. Falleció a los 26 años, como víctima expiatoria, al ofrecer la vida para que Dios libre a Quito de la peste y de los terremotos que la conmovían.

Las composiciones del nuevo disco se fraguaron a lo largo de 20 años, cuenta su letrista Francisco Vaca Herrera. Él es el director del Coro de la Cofradía Santa Marianita, que se encargó de la interpretación.

Los cofrades, alrededor de 100 vecinos del barrio Bermeo (suroccidente de Quito), están entusiasmadísimos con este salto a la fama de su Coro. Antes de la grabación solo se cantaba en el interior de la capilla dedicada a su patrona.

Susana Vargas, coordinadora de la agrupación musical, narra que la devoción lleva 20 años y en cada peregrinación, que se organiza anualmente, se cantaban los temas con el corazón.

Pero como no había muchas canciones, Vaca Herrera cogió la costumbre de escribirle a la Santa con más frecuencia. Y con el natalicio, se logró juntar todas las creaciones.

El financiamiento llegó de la mano de las monjitas de la orden Carmelitas Descalzas. Ellas viven en el monasterio del Carmen Alto; o sea, en la casa que fuera de la Santa (Rocafuerte, entre García Moreno y Benalcázar).

La grabación del CD fue en el estudio del músico Luis Cardona. Y los cantantes del Coro de la Cofradía de Santa Marianita se lucieron: Francisco Vaca, Susana Vargas, Fany Herrera, Fany Palma, Miriam Benalcázar, Verónica Vaca, Sonia Salas, Mercedes Morán, Joaquín Campos, Diego Vaca y Carlos Yépez.

Y ¿cómo así nació la Cofradía? Doña Susana responde que todo fue con el propósito de unir a la barriada que, para ese entonces, estaba desunida. Al cabo de un tiempo, “la Santa obró el milagro de juntarnos y como justo se acercaba la fiesta de ella le adoptamos como nuestra patrona. Le hicimos una gran fiesta”.

Incluso los vecinos de otros barrios de la parroquia San José de La libertad se emocionan con la celebración popular que se realiza cada mayo. No solo eso, el 26 de cada mes, cantan y oran con algarabía a Marianita de Jesús.

Hay tanta devoción que incluso el proyecto Comparte tu pan sigue viento en popa. Se trata de llenar la canasta, que se ubica al pie del altar de la capilla de la Azucena de Quito, con productos no perecibles para las personas más necesitadas de la ciudad.

Antes del lanzamiento del disco, a las 10:00, será la primera de las tres eucaristía del día.

Posteriormente, a las 12:00, la apertura de una muestra en el Museo del Carmen Alto. Ximena Endara, coordinadora, menciona que la exposición hablará del siglo XVII en el que vivió santa Marianita de Jesús.

Allí se podrá enterar de cómo mismo era la villa de Quito en aquel tiempo, qué penurias pasaban los vecinos y dentro de ese contexto la vida de la Santa.

Endara apostilla que aquel siglo era dramático, partiendo desde la economía que tenía que ver con las producciones textiles, asolaban todas las pestes y enfermedades, de yapa eran frecuentes los terremotos y las lluvias a mares… era tremenda la insalubridad

Esa muestra estará abierta hasta el próximo marzo del 2019, fecha en la cual concluirán oficialmente los eventos por el natalicio de Marianita de Jesús, la Santa que es venerada, con panderetas y clarinetes, por los vecinos del barrio Bermeo.