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8 de junio de 2020 15:00

Centros comerciales se reactivaron

Durante las mañanas se registra mayor movimiento en los centros comerciales. Foto: Edwing Encalada / ÚN

Durante las mañanas se registra mayor movimiento en los centros comerciales. Foto: Edwing Encalada / ÚN

Edwin Encalada

Poco a poco los centros comerciales de Quito retoman su dinámica que fue detenida por la expansión del covid-19. Durante el primer fin de semana del semáforo amarillo en el Distrito Metropolitano, sus usuarios aceptaron los rígidos protocolos de bioseguridad implementados.

En los ingresos del Quicentro hay personas que rocían a los visitantes un desinfectante líquido para luego caminar por un pediluvio. Para entrar al supermercado se mantuvieron las largas filas desde el parqueadero y se ingresa previa medición de su temperatura corporal.

En El Recreo instalaron lavabos con jabón líquido y gel antiséptico, pediluvios, señalética sobre los corredores con información sobre distanciamiento social.
Según Marianela Berrazueta, administradora de El Recreo, son muy cuidadosos para no llegar al límite de su aforo actual que ahora es de 2 271 personas. “Antes de que lleguemos a ese número, procedemos a suspender los accesos y perifoneamos que la gente agilite las compras y salga”.

Carla Cruz, gerenta de marketing de la corporación que incluye a los centros Scala, Condado y Pomasqui, explicó que ahora no se permite pasear con helados, las personas deben servirse en un lugar del patio de comidas.

Para Luis Rojas, jefe de operaciones del Centro Comercial Atahualpa, el ingreso de los niños en compañía de sus padres es algo que aún ven con recelo.
“Los padres deben entender que los niños no son estrictos en el uso de la mascarilla y pueden contagiarse y llevar el contagio a sus casas”, recuerda.
Los niños que llegan en compañía de los adultos no son impedidos de ingresar a los centros comerciales.

En las jugueterías, se permite el ingreso de un niño en compañía de un adulto. En caso de que tanto la madre como el padre fueron con un niño, uno de ellos debe esperar en el pasillo.

Martha Cisneros, quien fue ayer al Centro Comercial El Portal, contó que junto a su pareja Carlos Dueñas, decidieron llevar a sus dos hijas al complejo comercial de Carapungo, porque no tenían con quien dejar a cargo a sus niñas menores de 10 años.