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22 de mayo de 2017 09:42

Henry fue un policía comedido

El velatorio de las seis víctimas del accidente de la vía Culebrillas fue ayer. El conductor del auto accidentado, junto a su hijito, dio un aventón a María y a tres pequeños más. Foto: ÚN

El velatorio de las seis víctimas del accidente de la vía Culebrillas fue ayer. El conductor del auto accidentado, junto a su hijito, dio un aventón a María y a tres pequeños más. Foto: ÚN

María Belén Merizalde


Junto al ataúd café del policía Henry Remache colocaron un pequeño féretro blanco, en donde reposaba el cuerpo de su hijo de 3 años. La misa en su memoria fue ayer 11 de mayo del 2017, en la capilla del Regimiento Quito, en el norte de la capital.

El padre y el hijo viajaban en un auto pequeño que, el sábado, se empotró debajo de una volqueta. El accidente ocurrió en la vía Culebrillas, sector San Antonio de Pichincha.

También fallecieron tres pequeños y María Flor, quienes se trasladaban hasta su hogar en el poblado de Tanlahua y el policía comedido los llevó.

En medio del sonido de las trompetas, los dos féretros (padre e hijo) salieron de la capilla en hombros de miembros policiales y recorrieron una calle de honor, hasta llegar al vehículo que los llevaría hasta Perucho, en donde los enterrarían.

“Hemos perdido a un compañero y la comunidad pierde a un hombre de servicio y de entrega”, expresó el teniente coronel Javier Buitrón. El pasado jueves, Remache había sido ascendido a cabo segundo.

Sus compañeros lo recordaron como una persona solidaria y comprometida con la comunidad. “Él atendía las llamadas de emergencia incluso cuando estaba en sus días francos, entregó a la comunidad su número celular para que lo llamaran siempre que lo necesitaran”, comentaron.

Su esposa, una joven miembro de la Policía, se mostró completamente destrozada por la pérdida de sus dos seres queridos.

Mientras tanto, los familiares de María Flores y sus dos pequeños hijos, también víctimas mortales del accidente, los velaron en uno de los cuartos de su casa, localizada en el poblado de Tanlahua.

La mujer se dedicaba a las labores de limpieza y sus dos hijos menores estudiaban en la escuela y hace poco habían iniciado sus clases de catecismo, desde donde regresaban antes de que ocurriera la colisión.

El día del accidente uno de sus 10 hijos cumplía 17 años y María había tenido previsto prepararle una comida para celebrar su onomástico, incluso había comprado una funda de arroz que fue encontrada en una de las mochilas de los pequeños fallecidos.

“Es terrible esto que nos pasó, nos arrebataron la vida de mi madre y nuestros dos hermanos pequeños”, señaló Vinicio Ayo, el tercer hijo de la fallecida.

Los familiares de las tres víctimas indicaron que la vía Culebrillas se ha vuelto peligrosa desde que fue pavimentada, pues los vehículos transitan a altas velocidades y por ello han ocurrido accidentes fatales.

“Pedimos a las autoridades que hagan controles o pongan rompevelocidades, para que esto no vuelva a ocurrir y además que se haga justicia con quien es el responsable de la muerte de mi madre, mis hermanos, el señor policía y su hijito”, concluyó Ayo.

El cadáver del otro pequeño, pariente de Flores, también fue despedido en el seno de su hogar, en la misma comunidad.