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6 de noviembre de 2020 12:14

Píntag sonidero, ‘full’ historias

Varios vecinos han compartido su música y riqueza de su tradición oral.

Varios vecinos han compartido su música y riqueza de su tradición oral.

Ana Guerrero (I)

Desde la historia hasta el chisme perduran a través de la memoria oral, los vecinos emblemáticos, los artistas populares, los encargados de los oficios. Justo estos elementos son parte de la propuesta bautizada como Píntag Sonidero.

La iniciativa, cuyos resultados se presentarán el 7 de noviembre del 2020, es cosecha del Laboratorio Disonancia, integrado por Jorge Vásconez y Patricio Dalgo.

Los gestores culturales salieron a las calles, a los terrenos y a otros espacios para recopilar las narraciones y los sonidos.

“Aquí hay full historias, de la viuda, del duende, una variedad brother...”, comenta uno de los entrevistados al filo de la vereda. Y no se equivoca, los miembros del grupo se toparon con guapos relatos, incluso acompañados con música. De cajón, hallaron las notas de la guitarra de Telmo Ríos, oriundo de Píntag. Es un artista y compositor.

A paso seguido de sus tonadas, también están los sonidos de los golpes del metal para dar forma a unas herraduras. Y cada martillazo va con explicación incluida, como que la forma de los implementos de metal para las patas traseras y delanteras del caballo no son de la misma forma.

No se quedan fuera los cánticos de don Rosalino Bautista, quien además cuenta que era jornalero. Pero, cierto día, llegó una señora y le pidió que le arreglara un tambor.

Él fue honesto y le respondió que de eso no sabía nada. Ella insistió y él se dio modos para aprender y le quedó ‘papelito’.

Así que el hombre se decidió a elaborar tambores y luego instrumentos como pingullos. Compró materiales y se lanzó. De eso han pasado 40 años y se ha ido perfeccionando. Vásconez comparte el dato: Bautista es el duro del pingullo. De hecho, lo conocen como el último de la localidad. Vive en el barrio Tolontag.

Luego de este proceso, cuenta el gestor, este sábado se realizará una exposición, con la intervención de un grupo musical, la proyección de un documental y reproducción de los audios recolectados, así como la entrega a la comunidad de unas placas con los códigos QR a la comunidad. El evento será a las 10:00, en la plaza, junto a la iglesia.

Con los códigos podrán acceder, luego de escanearlos con ayuda de un teléfono inteligente, a los audios, videos y también al sitio web creado desde la propuesta.
De paso, así los vecinos tendrán una herramienta para difundir el material y hasta promocionar los encantos sonoros y los relatos de la localidad.

Dalgo comparte que el colectivo se formó hace unos 12 años y se han enfocado, sobre todo, en las zonas rurales, con prácticas entre pedagógicas y artísticas relacionadas con tecnologías diversas, no solo digitales.

En el caso de Píntag se plantearon levantar un mapa de sonidos del lugar a partir de la conversación, el encuentro casual en la calle, etc. Eso sí, de entrada, entendiendo el lugar y el momento de la vida en comunidad que se vive. También han desarrollado algunos textos.