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18 de octubre de 2018 10:01

Pinar Alto: la malla con púas ya se cae

El problema se registra en las calles Alonso de Torres y San Francisco. Foto: Marcelino Rossi / ÚN

El problema se registra en las calles Alonso de Torres y San Francisco. Foto: Marcelino Rossi / ÚN

Unidad de Noticias
(I)

En el barrio Pinar Alto, en la intersección de las calles Alonso de Torres y San Francisco de la Pita, en el norte de Quito, una vereda en mal estado obstaculiza el paso de los peatones.

El piso está agrietado y la maleza del terreno esquinero está extendiéndose y restando espacio para que los transeúntes puedan caminar de forma segura.

Al circular por esta acera ubicada en el noroccidente de la capital, se corre el peligro de lastimarse con los alambres que salen de las mallas que acordonan esta propiedad privada.

La hierba ha crecido tanto que ha ido desplazando poco a poco la malla, por lo que los alambres sueltos se vuelven un peligro.

Alfredo Vega, morador del Pinar Alto, señala que se ven obligados a caminar por la calzada para evitar pisar la maleza o rozarse con la cerca metálica. “Pero corremos el riesgo de ser atropellados por los autos”, dice el morador.

Los vecinos comentan que durante la temporada lluviosa pasada, estas rejas empezaron a debilitarse y a caer. Ahora estas estructuras metálicas están dobladas y los alambres de púas que están en la parte superior están colgados.

José Martínez, propietario de una vivienda en el barrio, dice que los dueños del terreno afectado viven en Europa, de allí el descuido.

Allí hay múltiples problemas. Asegura que los vecinos sacan a sus perros y no recogen los excrementos.

Los moradores temen que con el invierno la situación empeore. Mencionan que es necesario que se realice mantenimiento de la vereda y se corte la maleza.

Además, piden a los habitantes que no arrojen basura, porque eso daña el aspecto del sector. “No esperemos a que se caiga la malla y que alguien salga lastimado para actuar”.

El dato La acumulación de basura se suma a las molestias de los moradores de este barrio del norte de la capital. Algunos vecinos arrojan desechos que provocan mal olor.